La junta de Malí a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores anunció ayer mediante un comunicado en su cuenta oficial de Twitter su retirada del G5 sahel, una organización a la que ha pertenecido durante varios años y que agrupa a 5 países Africanos, Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger, Para luchar contra el terrorismo en África con un gran apoyo de Francia.
El comunicado ha dejado claro que el Gobierno de la República de Malí rechaza enérgicamente el argumento de un Estado miembro del G5 Sahel que adelanta la situación política interna nacional para oponerse al ejercicio por parte de Malí de la presidencia del G5 Sahel. De hecho, ningún texto legal del G5 Sahel prevé restricciones contra un Estado miembro, sobre la base de su situación política nacional.
La decisión de retirarse de G5 Sahel, tiene sus bases desde la 7ª sesión ordinaria de la Conferencia de Jefes de Estado de los países miembros del G5 Sahel, celebrada el 15 de febrero de 2021 en N’Djamena, en donde los Jefes de Estado acordaron celebrar la octava sesión ordinaria en Bamako, en febrero de 2022 algo que no ha sido así. De acuerdo con la práctica establecida, esta sesión debería marcar el comienzo de la Presidencia de Malí del G5 Sahel.
Según el Gobierno Maliense la oposición de algunos estados del G5 Sahel a la presidencia de Malí está ligada a las maniobras de un estado extrarregional que busca desesperadamente aislar a Malí. El G5 Sahel tiene como objetivo aunar recursos para garantizar condiciones de desarrollo y seguridad en el espacio de los países miembros.