Tres días después de que se desatase en el mundo islámico una masiva oleada de mensajes en redes sociales instando a boicotear a Zara por, supuestamente, aprovecharse de la tragedia en Gaza, la más célebre de las empresas de Inditex optó por retirar por completo su campaña de moda en la mañana de este martes.
Anunció la supresión de la campaña mediante un comunicado en inglés, distribuido también a través de las redes sociales, en el que lamenta el “malentendido” provocado con su colección de moda The Jacket y “reafirma su profundo respeto a todo el mundo” dando así a entender que incluye a las víctimas de Gaza.
El malentendido fue provocado por el lanzamiento, el viernes pasado, de la Zara Atelier Colección 04_The Jacket. En las fotos de esa campaña de moda, se ve a la modelo Kristen McMenamy en un decorado de ruinas con personajes inmóviles cubiertos de polvo o estatuas envueltas en plásticos o telas blancas. En la más controvertida de todas, la modelo carga sobre su hombro una estatua que da la impresión de estar envuelta en un sudario que puede recordar el rito funerario islámico.
Cientos de miles de usuarios de la red X y de Instagram, sobre todo musulmanes, arremetieron, a partir del sábado, contra Zara, a la que acusaban nada menos que de aprovecharse de esa tragedia para promocionar sus productos o de mofarse de las víctimas palestinas de la guerra en Gaza, donde ya se han rebasado los 18.000 muertos, según las cifras del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, la organización que gobierna la franja y que está calificada como terrorista en la UE.
Desde las redes sociales se pasó a los medios de comunicación, que ya el domingo se hacían eco del aluvión de llamamientos al boicot con reportajes de televisión incluidos. Y de ahí se pasó también a las calles. Desde Montreal hasta Yakarta, pasando por Túnez, hubo, el domingo y el lunes, manifestaciones ante las tiendas de Zara, pintadas en sus escaparates y colocación de pegatinas denunciando su supuesto afán de lucro a costa de los palestinos. En una tienda en Alemania, un grupo de manifestantes entró con bultos envueltos en sábanas, que simbolizaban a los muertos de Gaza, y los depositó en el mostrador. Los vídeos de esas actuaciones, sin violencia, se han hecho virales.
La primera reacción de Inditex consistió en eliminar de la portada de su web la colección The Jacket al tiempo que la suprimía de Instagram. En la mañana del martes, ya la borró por completo de su web, pero por las redes siguen circulando muchas capturas.
En su comunicado, la empresa de Arteixo (A Coruña) explica que la campaña The Jacket fue concebida en julio y ejecutada en septiembre, en el estudio polvoriento de un escultor, por tanto, mucho antes de que se iniciara la guerra, el 7 de octubre, con el brutal ataque de Hamás al sur de Israel.
“Desafortunadamente, algunos clientes se sintieron ofendidos por estas imágenes (…) y vieron en ellas algo muy alejado del propósito para el que habían sido creadas”, reconoce el comunicado en inglés. Zara no redactó un comunicado en árabe, la lengua utilizada por la mayoría de los que arremetieron contra la campaña, aunque también hay muchos mensajes en turco, punjabi, pashtu, indonesio, etcétera.
Vista desde Europa, la reacción de los internautas musulmanes puede parecer desorbitada. Si la campaña se hubiese lanzado antes de la guerra, no habría suscitado reprobación alguna, pero desde hace dos meses la sensibilidad de muchos musulmanes, que se identifican con la causa palestina, está a flor de piel. Muchos de ellos, sobre todo jóvenes, arden en deseos de mostrar su solidaridad con los gazatíes bombardeados a diario y encontraron en Zara un chivo expiatorio.
Zara ha sido, por ahora, la única empresa española blanco de un boicot, aunque hay también otra marca de ropa muy atacada en redes, la sueca H&M, que abrió tiendas en el sector árabe de Jerusalén ocupado desde 1967. Las más numerosas son compañías estadounidenses a las que los marroquíes han añadido los supermercados franceses Carrefour. En ese país los establecimientos de comida rápida como McDonald’s están vacíos, aunque pertenecen a un franquiciado que es kuwaití.
Otra de las boicoteadas es Puma, fabricante alemán de ropa deportiva, que hasta ahora patrocinaba al equipo nacional de fútbol de Israel. A partir del año próximo, ya no lo hará, según reveló el diario británico Financial Times, aunque la empresa asegura que su decisión fue tomada hace meses y no guarda relación alguna con la guerra palestino-israelí.
La semana pasada también circularon, por las redes sociales, listas, e incluso un vídeo, de los comercios propiedad de judíos en Melilla instando a boicotearlos porque son supuestamente “cómplices del genocidio” de Gaza. Los que los pusieron en circulación son anónimos, pero la policía ha abierto una investigación para averiguar quiénes son sus autores. Podrían haber cometido un delito de odio.