Una bebé de nueve meses, Genevieve Meehan, murió en la guardería ‘Tiny Toes Nursery’ en Inglaterra después de ser atada boca abajo en un puf durante dos horas. La directora del centro, Kate Roughley, fue declarada culpable de homicidio involuntario.
La escena de este trágico suceso es la guardería ‘Tiny Toes Nursery’. Allí fue donde encontraron el cuerpo sin vida de la pequeña, inconsciente y de color azul, síntomas de asfixia. Aunque la bebé de nueve meses fue trasladada de urgencia al hospital, los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarla y murió ese mismo día.
Ahora, Kate Roughley, de 37 años y directora del centro infantil, ha sido condenada por la muerte de Genevieve después de que un jurado formado por seis hombres y seis mujeres la declarara unánimemente culpable de homicidio involuntario en el Tribunal de la Corona de Manchester.
Durante el juicio se expuso que la bebé estuvo atada boca abajo con un arnés a un puf, tras lo cual la cubrieron completamente con una manta, aumentando así el riesgo de sobrecalentamiento. Una postura por la que Genevieve quedó prácticamente inmovilizada
Asimismo, las cámaras de seguridad mostraron que Kate Roughley se fue al baño y que le dijo a un compañero que ignorara a cualquiera si lloraba: “Ignora a cualquiera si empieza”.