Rusia juega al despiste. Mientras consigue grandes avances en la región de Donetsk y no para de bombardear distintos puntos de Ucrania (el último ataque ha sido este jueves lanzando 78 drones), el presidente Vladimir Putin se ha abierto a una negociación de paz con Ucrania.
Ha estado en un foro en Vladivostok, en el que ha hablado de un posible diálogo con su enemigo. Eso sí, el líder del Kremlin ha puesto una condición: los Acuerdos de Estambul. Según Putin, este documento sería la base sobre la que trabajaría Rusia para llegar a un entendimiento. Estos acuerdos se refieren a que Ucrania debe declararse neutral y no unirse a la OTAN y las regiones de Lugansk y Donetsk quedarían bajo un estatus autónomo especial.
Además, desde Vladivostok Putin ha puesto sobre la mesa que países aliados como China, India o Brasil ejerzan de mediadores para el proceso de paz que está dispuesto a iniciar. Las tres naciones han tenido comunicación con Ucrania en estos dos años y medio que llevamos de conflicto. Por ejemplo, el primer ministro indio, Narendra Modi, visitó Kiev este mismo verano.
Tras puntualizar su disposición a negociar una paz, Putin ha destacado el avance que sus tropas han hecho las últimas semanas. Por ejemplo, ha mencionado cómo la ofensiva rusa en el Donbás vive sus mejores días y también ha citado el intento de conquista de la ciudad de Pokrovsk, un importante centro de distribución de suministros del este de Ucrania.
Sobre el avance de Ucrania en la región rusa de Kursk, Putin ha afirmado que las tropas rusas están expulsando paulatinamente a las fuerzas ucranianas del territorio y ha asegurado que Ucrania no ha conseguido ninguno de sus objetivos con esa incursión fronteriza. “Nuestras fuerzas armadas estabilizaron la situación y han comenzado a expulsar (al enemigo) de los territorios fronterizos”, ha dicho Putin.