Japón, conocido por su avanzada tecnología y longevidad, enfrenta una crisis demográfica sin precedentes que amenaza su futuro como nación. Según el profesor Hiroshi Yoshida, de la Universidad de Tohoku, si continúa la actual tendencia de la baja tasa de natalidad, la población infantil del país podría reducirse a un solo niño para el 5 de enero de 2720.
El cálculo se basa en un contador desarrollado por Yoshida, que mide anualmente la disminución en el número de niños en Japón. Un reciente informe publicado por The Japan Times destaca que la caída del 2,3 % en la población infantil japonesa en abril de 2024 adelantó en más de 100 años la fecha de este escenario catastrófico, respecto a las proyecciones del año anterior.
La tasa de fertilidad, que estima el promedio de hijos que tendrá una mujer a lo largo de su vida, alcanzó un mínimo histórico de 1,20 en 2023, mientras que en Tokio descendió aún más, situándose en 0,99, según el Ministerio de Salud de Japón. Esto convierte a la capital en la primera ciudad del país donde la tasa de fertilidad es inferior a uno.
Factores como la disminución en el número de matrimonios y el aumento de jóvenes que permanecen solteros están contribuyendo a la baja natalidad. Entre enero y junio de 2024, se registraron aproximadamente 350.000 nacimientos, una caída del 5,7 % respecto al mismo periodo de 2023, y el nivel más bajo desde 1969.
La situación se complica por el envejecimiento de la población japonesa, que ya representa uno de los porcentajes más altos a nivel mundial. Yoshida advirtió que Japón podría convertirse en el primer país en extinguirse debido a su baja tasa de natalidad. En este contexto, el experto pidió políticas que fomenten la participación activa de las mujeres y los hombres en la sociedad y medidas económicas que permitan a los jóvenes casarse y formar familias.
El magnate Elon Musk ya había señalado en 2022 que “Japón eventualmente dejará de existir” si la tasa de natalidad no supera a la de mortalidad. Sin embargo, revertir esta tendencia requerirá un enfoque multidimensional para superar los desafíos económicos, sociales y culturales que enfrenta el país.
Japón, que ya atraviesa una recesión económica prolongada, podría servir como advertencia global sobre las consecuencias de ignorar las dinámicas demográficas.