El Banco Mundial envió un equipo a Uganda después de la promulgación de la ley en mayo y determinó que se necesitaban medidas adicionales para garantizar que los proyectos se alinearan con los estándares ambientales y sociales del banco.
“No se presentará ningún nuevo financiamiento público a Uganda a nuestra Junta de Directores Ejecutivos hasta que se haya probado la eficacia de las medidas adicionales”, dijo el Grupo del Banco Mundial en un comunicado el martes.
“Nuestro objetivo es proteger a las minorías sexuales y de género de la discriminación y la exclusión en los proyectos que financiamos. Estas medidas se encuentran actualmente en discusión con las autoridades”, agregó.
La legislación contra los homosexuales, que prescribe la pena de muerte para algunos actos homosexuales, se convirtió en ley en mayo. Cuenta con un amplio apoyo en el país, y los funcionarios de Uganda se han mostrado desafiantes en medio de la preocupación de que socios como el Banco Mundial y otros puedan retirar recursos por la legislación. Algunos funcionarios han sugerido que las amenazas de financiación son inapropiadas.
No fue posible obtener de inmediato un comentario de las autoridades financieras de Uganda, que durante meses han estado tratando de obtener nuevos fondos del principal prestamista multilateral del país.
La declaración del Banco Mundial señaló que, a pesar de la última decisión, sigue “comprometido a ayudar a todos los ugandeses, sin excepción, a escapar de la pobreza, acceder a servicios vitales y mejorar sus vidas”.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha dicho que la ley de Uganda es ” draconiana y discriminatoria”, describiéndola como “una receta para violaciones sistemáticas de los derechos” de las personas LGBTQ+ y otras personas. Estados Unidos ha advertido de las consecuencias económicas.
Activistas y algunos académicos han impugnado la ley en los tribunales, pero no está claro cuándo comenzarán las audiencias.
La homosexualidad está criminalizada en más de 30 de los 54 países de África.