Se esperaba que el expresidente sudafricano Jacob Zuma enfrentara una audiencia disciplinaria con el partido Congreso Nacional Africano (ANC) este miércoles, después de hacer campaña de un nuevo partido político en las elecciones nacionales de mayo en contra de la organización que alguna vez dirigió como jefe.
La audiencia podría llevar a que Zuma, de 82 años, sea expulsado del ANC, al que se unió a finales de la década de 1950 cuando era un movimiento de liberación que luchaba contra el sistema de apartheid del gobierno de la minoría blanca.
Zuma se vio obligado a dimitir como presidente sudafricano en 2018 en medio de acusaciones de corrupción, y desde entonces ha estado envuelto en una disputa política con el presidente Cyril Ramaphosa, quien lo reemplazó como líder del partido y del país.
Zuma dijo que seguiría siendo miembro del Congreso Nacional Africano a pesar de convertirse en el líder del Partido MK, pero el Congreso Nacional Africano lo suspendió en enero, alegando que había atacado la integridad del partido.
No estaba claro si Zuma asistiría a la audiencia del miércoles en la sede de la ANC en Johannesburgo o si se realizaría de manera virtual. Los funcionarios de MK han dicho que él quiere comparecer en persona, mientras que la ANC quiere que se realice en línea. Se ha calificado a Zuma de figura desestabilizadora en el país más industrializado de África, pero su partido MK ganó el 14% de los votos nacionales el 29 de mayo en las primeras elecciones en las que participó, sorprendiendo a muchos.
La sorprendente proporción de votos obtenida por MK fue un factor primordial para que el ANC perdiera su mayoría por primera vez desde el fin del apartheid en 1994, en un resultado histórico para Sudáfrica, que condujo a la formación de un gobierno de coalición multipartidista sin precedentes.
Las elecciones reforzaron la popularidad que sigue teniendo Zuma en algunas partes del país a pesar de enfrentarse a múltiples batallas legales. Fue condenado a prisión en 2021 por desacato al tribunal tras negarse a testificar en una investigación sobre presunta corrupción durante su presidencia (2009-2018). Está previsto que el año que viene sea juzgado por otras acusaciones de corrupción relacionadas con el período anterior a su presidencia.
Su sentencia de prisión le valió la inhabilitación para postularse a un escaño en el Parlamento en las elecciones de mayo, pero ha seguido siendo la cara y el líder del Partido MK.