Al menos siete miembros de las fuerzas de seguridad de Benín y cinco guardias forestales que trabajaban en una organización de conservación sin fines de lucro murieron en un ataque de un grupo armado en el parque nacional W de Benín que ha sido tomado por milicianos, según el grupo conservacionista.
El ataque del miércoles ocurrió cerca del río Mékrou en el parque de 10.000 kilómetros cuadrados (3.800 millas cuadradas), que se extiende a ambos lados de la frontera con Burkina Faso y Níger, según dijo el grupo African Parks en un comunicado el sábado.Sorprendentemente,las autoridades en Benín no han mencionado del ataque todavía.
El suceso se suma a una oleada de violencia conforme yihadistas de la convulsa región del Sahel, al sur del desierto del Sahara, se expanden en África occidental hacia estados costeros como Benín.
No estaba claro qué grupo había cometido el ataque en el parque W, donde recientemente se instalaron milicianos de Burkina Faso y Níger, dos países vecinos inestables. Eso avivó el temor a que pudieran utilizar la amplia zona protegida como base para infiltrarse en otros países del oeste de África.
Aunque en el pasado se creía que acudían a los estados costeros en busca de refugio para recuperarse, financiarse y conseguir más armas para lanzar nuevos ataques contra gobiernos del Sahel, sus combatientes han empezado a atacar a las comunidades y fuerzas de seguridad locales conforme arraiga su actividad.