Ver para creer. El fútbol está lleno de emociones increíbles y de historias que ni uno se puede imaginar al principio de los partidos o de los torneos.
En la jornada de este lunes, día 22 de enero, la selección de Guinea Ecuatorial se ha enfrentado en su último partido de grupos ante la anfitriona Costa de Marfil en el estadio Alassane Outtara de Ebimpe (Abiyán). Un partido que los dos técnicos calificaron de complicado y al mismo tiempo, emocionante. Y así fue y mucho más.
El Nzalang Nacional de Guinea Ecuatorial se merendó a Costa de Marfil en su propia casa ante la mirada atónita de propios y extraños, donde las leyendas del fútbol de Costa de Marfil y del mundo entero no podían creer lo que se estaba produciendo en Abiyán.
Durante la primera media hora del choque, los marfileños han estado presionando a los ecuatoguineanos, pero se topaban con la resistencia impuesta por Juan Micha y el muro que formaban Jesús Lázaro Owono, Esteban Orozco, Saúl Coco, Basilio Ndong y Carlos Akapo, secundados por un inmenso Bikoro. Siguiendo con el duelo, los marfileños no se rendían sobre todo al ser informados que Nigeria ya había anotado en el minuto 36 ante Guinea Bissau, lo cual hacía subir la tensión del encuentro.
Sin embargo, para los ecuatoguineanos, siendo conscientes de esta presión, solo esperaban algún despiste de los Elefantes. Y es así que tras un jugadón de Carlos Akapo, éste metía un pase de la muerte entre varios defensas marfileños al capitán Nsue quien lo transformaba en un gol en el minuto 44 con un toque sutil.
Terminado el primer tiempo, los Elefantes seguían presionando esta vez para empatar partido y Ibrahim Sangaré conseguía un tanto en el primer minuto del añadido, pero revisando la jugada el gol fue anulado por el VAR por fuera de juego, lo que permitía que este primer tiempo terminase con un resultado de 1 a 0 a favor de los muchachos de Juan Micha y dejaban más nerviosos a todo el pueblo “ivoirien”.
De vuelta a la segunda parte, los Elefantes seguían con las mismas ganas de querer igualar el marcador, pero de nuevo se topaban con el muro infranqueable de Jesús Owono con la zaga siempre achicando las jugadas. E incluso en en el minuto 67, Jean Thierry Lazare Amani pensaba haber anotado el empate, pero de nuevo el gol no ha podido subir al electrónico por fuera de juego.
Pese a que la afición seguía apretando desde las gradas y el Míster Gasset cambiando de esquemas, jugando con tres centrales y poneindo más delanteros, el Nzalang empezó a aprovechar los espacios que dejaba la zaga marfileña.
Precisamente, fruto de una falta de los Elefantes al borde del área mayor hacía que en el minuto 73 Pablo Ganet fabricara una obra de arte en forma de falta. Nada pudo hacer el portero rival y así subió el segundo gol de Guinea Ecuatorial al marcador.
Con este gol parecía que la historia iba a ser otra al ver a los Elefantes atacar por todos lados, pero si hay algo que este equipo sabe hacer es defender como una “familia”.
Otra vez aprovechando los espacios dejados por los defensas contrarios, un contraataque del Nzalang llegó a las botas de Machín quien dejaba solo al capitán Emilio Nsue y volvía a dejar sin opciones a Yahia Fofana para marcar su segundo gol del día y quinto en la competición. El pichichi es de Guinea Ecuatorial.
A dos minutos del final del partido, los chicos que dirige Michá todavía no habían dicho su última palabra en este encuentro y querían hacer más sangre. Y así fue. De hecho, Luis Miguel Nlavo salía en una contra hasta llegar en el área y armar un disparo que el guardameta repulsaba, pero ahí estaba Yannick Buyla para acabar con la ilusión de los marfileños en el Alassane Outtara (4-0.
Tormenta perfecta de Guinea Ecuatorial, líderes del grupo y a la siguiente ronda. ¿Quién lo iba a decir que Guinea Ecuatorial acabaría primera de grupo ante Nigeria, Costa de Marfil y Guinea Bissau?. La historia continúa…