Iban Salvador Edú, de MVP a MVP

El astro ecuatoguineano acumula ya dos MVP (mejor jugador del partido) de forma consecutiva en la presente edición de la CAN que se está disputando en Camerún. Consiguió el primero en el partido que la Roja Nacional venció de forma heroica a los Zorros del desierto de Argelia (0-1) y volvió a coronarse como el mejor jugador en el partido enfrentado este jueves ante Sierra Leona que daba la clasificación para la siguiente fase a los jugadores de Juan Michá.

El zurdo,aun sin haber metido ni un solo gol en el campeonato, su intensidad, su box to box constante en los partidos y su agresividad hacen de él una pieza clave para que los nuestros estén y sigan haciendo historia en esta CAN.

Con Edú en el campo, los forofos del Nzalang esperan un trayazo en cualquier momento que, aunque no acabase en gol, servirá para crear una ocasión o un balón aprovechable para los delanteros centros o simplemente un estímulo para los nuestros de buscar la victoria. Lo suyo es ‘sudar sangre’ con la elástica de Guinea Ecuatorial. No se le puede pedir más e incluso pide explicaciones al árbitro en caso de alguna acción litigiosa contra el Nzalang Nacional. Anima a los hinchas de la Roja cuando quieren bajar las manos para que sigan cantando y bailando. Hace de todo. Un crack.

Además, es el que más corre y faltas recibe en cada encuentro, pero aun así acaba los partidos con las fuerzas y ganas necesarias para volver a jugar otros noventa minutos y para recoger su premio de MVP del partido e incluso para ir a cambiarse de camiseta, porque se lo obliga el protocolo de la CAF para posar con su trofeo. Así es Iban Salvador Edú, incombustible.

Sin Pedro Obiang ( lesionado) y con Emilio Nsue ya en la cúspide de su carrera profesional, Iban Salvador Edú es sin duda el piloto del Boeing 787 o Airbus 380 del juego de Juan Michá. El próximo miércoles 26 de enero, el astro ecuatoguineano del Nzalang volverá a sudar la camiseta para ayudar al equipo, quién sabe si quizá también le sirva para conseguir su tercer MVP de forma consecutiva y llevar a Guinea Ecuatorial hacia los Cuartos. La historia sigue.