A partir de ayer lunes, quedó habilitado en Alemania el consumo recreativo de marihuana, una medida que generó polémica por la firme oposición de los sectores políticos conservadores y de asociaciones médicas.
Esta nueva ley establece que los residentes en territorio alemán de 18 años o más podrían sumarse a clubes de marihuana sin fines de lucro con un máximo de 500 miembros cada uno.
Esta ley también permite que cada persona pueda comprar hasta 25 gramos al día, o un máximo de 50 gramos al mes, una cifra que estará limitada a 30 gramos para los menores de 21 años. Además, la legislación establece que no estará permitido ser socio de más de un club.
Aunque la ley entró en vigor este lunes, los consumidores tendrán que esperar tres meses para comprar legalmente marihuana en los denominados “clubes sociales de cannabis”.
Antes de julio, la compra de marihuana seguirá siendo ilegal, explicó a la agencia de noticias AFP Georg Wurth, el director de la Asociación Alemana de Cannabis (marihuana).
Con la adopción de esta normativa, Alemania se sitúa en el grupo de países más permisivos con la marihuana en Europa, junto con Malta y Luxemburgo, que legalizaron el consumo recreativo en 2021 y 2023, respectivamente.
Países Bajos, que durante muchos años fue un lugar reconocido a nivel mundial por su política liberal respecto de las drogas, con el paso de los años endureció su postura para reducir la cantidad de gente que iba al país básicamente a consumir marihuana y otras drogas que se podían comprar en locales específicos, que actualmente están en vías de desaparición.
En defensa de la medida adoptada, el Ejecutivo del canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, quien gobierna en coalición con liberales y ecologistas, argumenta que la legalización va a ayudar a luchar más eficazmente contra el tráfico de drogas.
La marihuana “sale de la zona tabú”, afirmó el lunes el ministro de Salud, Karl Lauterbach, que es médico, en su cuenta en la red X. Si bien Lauterbach reconoció que “la marihuana podría ser peligrosa”, agregó que su legalización “es mejor para una verdadera ayuda a los toxicómanos, para la prevención en los jóvenes y para la lucha contra el mercado negro”.
Por su parte, otro integrante del gobierno alemán, el ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, que pertenece al Partido Democrático Libre, defendió la existencia de una reforma “responsable” y argumentó que es preferible la nueva normativa a que la gente compre marihuana en el mercado negro.
En consonancia con la nueva ley, el gobierno de Scholz prometió la realización de una campaña sobre los riesgos del consumo y subrayando a la vez que la marihuana sigue estando prohibido para los menores de 18 años y que no está autorizado su consumo a menos de 100 metros de escuelas, guarderías y plazas de juegos infantiles.
Pero organizaciones de la salud advirtieron que la legalización puede provocar un aumento del consumo entre los jóvenes. En menores de 25 años, la marihuana puede afectar el desarrollo del sistema nervioso central, lo que implica un mayor riesgo de problemas psiquiátricos, como la esquizofrenia, según los expertos.
La nueva legislación también recibió críticas de la Policía, que teme que sea difícil asegurar su cumplimiento. “ Los policías van a enfrentarse a situaciones de conflicto con los ciudadanos, ya que hay incertidumbre para ambas partes”, señaló Alexander Poitz, vicepresidente del sindicato de policías GdP.
Otro asunto polémico es que la ley establece una amnistía retroactiva para delitos relacionados con la marihuana, lo que puede generar problemas de procedimientos administrativos para el sistema jurídico. Según la Asociación Alemana de Jueces, este indulto puede aplicarse a más de 200.000 casos que deben ser revisados.
En el ambiente político el dirigente Friedrich Merz, presidente de la opositora Unión Demócrata Cristiana, dijo que revocará la ley de forma inmediata si su partido gana las elecciones legislativas el año que viene.