La humanidad ha sido testigo de la carrera espacial desde hace décadas y esta competencia nos ha llevado a la Luna y a algunas de nuestras naves y sondas a llegar al espacio interestelar, sin aún abandonar el Sistema Solar. Cualquier persona puede construir un cohete espacial en casa, aunque hacerlo con la técnica utilizada por una empresa privada china no es tarea sencilla. Ahora te contamos el porqué del hito del país asiático.
China ha sido capaz de lanzar un cohete a la órbita de la Tierra sin que el hidrógeno, habitual ingrediente del combustible de estos vehículos, haya tenido nada que ver. En este caso, según el comunicado publicado por la empresa Landspace, quien tiene el privilegio de entrar en los libros de historia, su cohete Suzaku-2 Yao despegó desde el Centro de Lanzamiento Jiuquan el pasado 12 de julio a las 9:00 horas, en horario de Beijing.
Este, de no ser por lo que te contaremos a continuación, habría sido un lanzamiento más en la historia espacial, pero es que estamos hablando de que el cohete en cuestión ha utilizado oxígeno y metano para poder ascender hacia nuestra órbita. Son cuatro motores TQ-12 Magpie los que impulsan al cohete y que son capaces de generar un empuje de casi 70.000 kilogramos para levantar el colosal ingenio de 6 toneladas.
A finales de 2022, hubo un primer intento de despegue, pero no tuvo éxito, de la misma manera que son muchas las empresas privadas que están buscando la manera de integrar el metano entre el combustible que impulse nuevos proyectos, como sería el caso del Terran 1 de Relativity Space y de la Starship de SpaceX.
El lanzamiento buscaba probar la viabilidad de esta mezcla de combustible como alimento para las futuras misiones espaciales chinas, que podrían dejar de depender del hidrógeno, un elemento que necesita ser criogenizado antes de iniciarse el lanzamiento y que es poco práctico en misiones de larga duración, ya que se evapora y es complicado de fabricar fuera de la Tierra.
En cambio, el metano representa una alternativa mucho más práctica, por ello la mayoría de compañías trabajan a contrarreloj para su uso en próximos lanzamientos. Sus beneficios son numerosos, pero podemos destacar que este elemento puede ser almacenado a mayores temperaturas, que deja menos residuos y que no daña estructuras metálicas, como sucede en el caso del hidrógeno. Además, parece que se están desarrollando métodos para crear fábricas automatizadas fuera de la Tierra, capaces de producir metano con materiales nativos. ¿Es este el inicio de la era del metano?