En un anuncio que ha captado la atención internacional, Elon Musk, el visionario fundador de SpaceX, ha delineado su estrategia para la colonización de Marte, planteando un futuro que parece extraído de una novela de ciencia ficción. Musk estima que las primeras naves se lanzarán al planeta rojo en dos años, con la ambición de construir una ciudad autosostenible que podría albergar hasta un millón de habitantes para 2054.
La clave de este ambicioso plan radica en la nave Starship de SpaceX, diseñada para hacer el transporte de personas y recursos a Marte económicamente viable. Recientemente, la compañía logró un hito importante con la exitosa prueba del cohete Super Heavy, el más grande jamás construido, lo que representa un paso fundamental para llevar la nave Starship a la órbita terrestre.
El cronograma de Musk es claro y específico. Se espera que en 2026, el primer prototipo de Starship realice un vuelo orbital, seguido de una misión no tripulada en 2028 destinada a preparar el terreno en Marte. Para 2030, Musk proyecta el primer viaje tripulado al planeta, y para 2035, se planifica el establecimiento de bases permanentes. Entre 2040 y 2050, se espera que estas bases evolucionen hacia ciudades autosuficientes.
Musk también ha enfatizado que el futuro de la energía en la Tierra está intrínsecamente ligado a la comprensión y aplicación de la “escala Kardashev”, una teoría desarrollada por el astrofísico Nikolai Kardashev en 1964, que mide el desarrollo tecnológico de una civilización en función de su capacidad para utilizar energía.