Los puertos de Países Bajos se están convirtiendo en el nuevo punto de entrada de cocaína a Europa Occidental, que “han eclipsado” a España y Portugal, según el informe publicado este jueves por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Colombia, donde el vacío que han dejado las FARC ha sido ocupado por exguerrilleros y grupos extranjeros, sigue dominando las rutas hacia América del Norte, no así hacia Europa, cuyos envíos provienen mayoritariamente de países centroamericanos.
Además, la ONU ha advertido sobre el crecimiento del mercado de cocaína en África y Asia, aunque ha admitido que aún no se ha llegado a los niveles de Europa y Norteamérica, los principales consumidores de esta droga.
“La potencial expansión del mercado de cocaína en África y Asia es una realidad peligrosa. Insto a los gobiernos y a otras instancias a que examinen detenidamente las conclusiones del informe para determinar cómo se puede hacer frente a esta amenaza transnacional con respuestas transnacionales basadas en la sensibilización, la prevención y la cooperación internacional y regional”, ha afirmado la directora ejecutiva de la Oficina de Fiscalización de Drogas y de Prevención del Delito Ghada Waly.
Waly también ha avisado de que los principales mercados de cocaína, donde su consumo proporcional es elevado, cubren una quinta parte de la población mundial y que, de igualarse en otras regiones, el número de consumidores aumentaría “enormemente”.
Los traficantes han diversificado sus medios de distribución a través del correo postal y los servicios de paquetería y mensajería, cuyo uso aumentó durante la implementación de cuarentenas relacionadas con el COVID-19. Se ha encontrado droga oculta en libros, imágenes religiosas e incluso piezas de repuesto de vehículos.
También han aumentado considerablemente las intercepciones de cargamentos de cocaína por parte de las autoridades en todo el mundo, llegando a las 2.000 toneladas en 2021.
El informe ha apuntado que países como España o Argentina han experimentado un descenso de mulas de droga en vuelos de pasajeros a la par que han registrado grandes envíos de equipajes no acompañados.
En países como Bélgica, Francia, España e Italia existe una tendencia al alza en torno al consumo de cocaína crack.