Sebastián Coltescu, el culpable de los hechos polémicos transcurridos ayer en el encuentro de Champions League entre el PSG y el Besaksehir y que acabó suspendiendo el partido rompió su silencio y dio su versión de los hechos a su familia tras lo acontecido en el Parque de los Príncipes en París.
Según las primeras informaciones, Sebastián trató de explicar sin éxito que había sido una forma de identificar con rapidez al miembro del cuerpo técnico que debía ver la roja.
El protagonista se ha defendido a través de una llamada telefónica con su familia que ha podido recoger ProSport.
“Solo trato de ser bueno. No voy a leer ningún sitio de prensa estos días. ¡Cualquiera que me conozca sabe que no soy racista! Al menos, eso espero”, confesó el árbitro.
A lo que añadió que “se tomarán medidas” una vez la UEFA “nos diga de verdad qué ha pasado”, según publica el diario deportivo Sport.es
El árbitro principal, Ovidiu Hategan guardó silencio tras lo ocurrido tras una llamada del medio francés Europe1:
“No podemos hacer ninguna declaración, primero debemos hablar con la UEFA. Normalmente, te respondería, pero esta noche no puedo. Evidentemente, estamos desolados, pero respeten nuestro silencio y entiendan la situación“.
Por otro lado, el ministro de Deportes rumano, Ionut Stroe, pidió este miércoles “disculpas en nombre del deporte rumano” en referencia a una expresión racista supuestamente utilizada por el cuarto árbitro de ese país contra el ex internacional camerunés Pierre Achille Webo.
“Pido disculpas en nombre del deporte rumano por este incidente desafortunado”, ha declarado Stroe. “Condenamos con firmeza cualquier tipo de expresión o declaración que pueda ser considerada racista o discriminatoria”, comentó el ministro.