El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, ha hecho un llamamiento este martes al cese inmediato de las hostilidades entre el Gobierno etíope y las autoridades de la región de Tigray, inmersos desde hace casi una semana en una escalada militar, al tiempo que les ha instado al diálogo para encontrar una “solución pacífica” a la situación. “Estoy siguiendo con preocupación la escalada de confrontación militar en Etiopía”, ha reconocido en su Twitter, reiterando el apego de la UA “con el orden constitucional, la integridad territorial, la unidad y la soberanía nacional” con el fin de “garantizar la estabilidad en el país y en la región. Por ello, el presidente del máximo órgano de la UA ha llamado a “un cese inmediato de las hostilidades” y ha instado a las partes a “entablar el diálogo para buscar una solución pacífica en el interés de Etiopía”, además de pedirles que “respeten los Derechos Humanos y garanticen la protección de civiles”. Asimismo, Mahamat ha reiterado que la UA está dispuesta a “apoyar un esfuerzo entre etíopes en la búsqueda de la paz y la estabilidad”. Su mensaje está en línea con el lanzado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien habló el sábado por teléfono con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y le trasladó la disposición de la ONU a apoyar la iniciativa de la UA y la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD) para hacer frente a la crisis. El primer ministro etíope ha asegurado este martes que las “operaciones de mantenimiento del orden en Tigray están procediendo según lo previsto” y ha prometido que “cesarán tan pronto como la junta criminal sea desarmada, sea restaurada una administración legítima en la región y los fugitivos sean detenidos y llevados ante la justicia”. Este lunes, Abiy ya adelantó que la operación lanzada el pasado miércoles contra el Frente de Liberación del Tigray (TPLF), que gobierna la citada región, “terminará pronto”, al tiempo que ha subrayado que los temores de que el país se vea sumido “en el caos” a causa de la situación “son infundados”. La campaña militar llegó tras meses de tensiones con el TPLF y después de que el Gobierno denunciara un ataque por parte del TPLF contra la principal base militar en la ciudad de Mekelle, capital de la región de Tigray. En el marco de la misma, se ha producido un número aún indeterminado de víctimas y el Ejército etíope ha efectuado bombardeos aéreos, según confirmó el propio Abiy. LAS TENSIONES CON EL TPLF El TPLF fue el partido fuerte dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), una alianza sustentada en las etnias, hasta la llegada al poder de Abiy, el primer oromo en convertirse en jefe de Gobierno. Apartado del poder, el TPLF ha visto en las reformas acometidas por Abiy, en particular las relativas a abusos de Derechos Humanos y de reconciliación con grupos armados entre otros, como una ‘caza
de brujas’ contra sus dirigentes, los cuales se vieron en muchos casos apartados de los cargos que ocupaban. La ruptura definitiva la marcó la creación del Partido de la Prosperidad a finales de 2019 por parte de Abiy para dejar atrás al EPRDF. Todos los partidos que integraban la alianza gobernante, y algunos más en su órbita, se sumaron a la nueva formación, con la excepción del TPLF, lo que también dejó al partido al margen de la toma de decisiones en el Gobierno federal. Así las cosas, el TPLF siguió adelante con el plan de celebrar elecciones en Tigray en septiembre pese a que la comisión electoral había decidido el aplazamiento de las generales al próximo año por la pandemia y a las presiones del Gobierno para que no siguiera adelante con sus planes. Posteriormente, anunció que no reconocía al Gobierno central y reclamó a todos sus representantes que abandonaran las instituciones argumentando que Abiy se encuentra ilegalmente en el cargo tras el fin de su mandato.