Desde el pasado martes que se registraron los primeros apagones generales en la ciudad de Malabo y que continuaron el día siguiente, pero esta vez de forma sectorial en los diferentes barrios de la capital del país, varias han sido las entidades públicas y privadas que han denunciado los efectos que estos apagones causan en sus actividades.
Esta realidad poco deseable para los ciudadanos de esta localidad ha causado y sigue causando efectos negativos en el normal funcionamiento de las actividades, sobre todo comerciales y en los hogares y en la administración pública.
En este sentido, la empresa de Telecomunicaciones GETESA a segura haber sufrido desgastes por las interrupciones de luz. “Media red nuestra está caída, porque los edificios donde tenemos las instalaciones no disponen de energía redundante o grupos electrógenos”, asegura el Director Técnico de esta empresa. Pese a esta situación, el Director Técnico ha señalado que harán lo posible para remediar este caso, aunque es algo que requiere una inversión enorme, pero se hará para que sus abonados gocen de servicios de calidad.
En esta misma línea está el canal estatal Televisión Guinea Ecuatorial que ha tenido daños por estos constantes apagones. “El apagón de ayer que se ha dado de manera consecutiva ha provocado daños considerables a los equipos”, indicó Raimundo Esono, Director Técnico Nacional de TVGE. En este sentido, Raimundo Esono entiende que estas frecuentes interrupciones de luz pueden traer consecuencias graves en sus equipos. “Puede reducir la vida útil de los aparatos y provocar sobre calentamiento en los mismos aparatos. Para ello, hemos visto a bien reforzar un sistema de alimentación interrumpida para que cuando se vuelva a dar un apagón no afecte la vida de los aparatos”, detalló.
Pero no solo estos. También algunos comerciantes y residentes en Malabo les está incomodando esta falta de luz durante estos días, dado que no se puede realizar la actividad comercial de forma normal y los hogares,-sólo por citar algunos ejemplos-, no pueden mantener los productos congelados adquiridos en buen estado ni hacer otras tareas dónde es necesario el fluido eléctrico.
“De saber que habría problemas, nosotros tomaríamos precauciones, tales como comprar hielo, pero al no avisar, pensábamos que iba a ser temporal y así todo se me ha gastado”, asegura una vendedora de productos congelados del mercado central de Malabo.