China se encuentra inmersa en una «guerra tecnológica» con Estados Unidos, pero también con otros países como la India, donde recientemente las autoridades vetaron el uso de 58 aplicaciones de empresas chinas, entre ellas TikTok y el sistema de mensajería instantánea WeChat.
WeChat asegura que volverá a ofrecer servicio en el país cuando cesen las restricciones legales
De hecho, mientras la primera trata de recuperar la confianza del gobierno indio -y Facebook aprovecha su ausencia para lanzar en el país los Reels de Instagram, que imitan sus principales funcionalidades- la segunda lo que ha hecho ha sido cesar sus operaciones en el país.
La compañía señala que debido a las restricciones legales impuestas por el gobierno de la India, se ven incapaces de ofrecer el servicio. Esta semana envió un mensaje a todos sus usuarios en el país explicando el cierre, al tiempo que les desconectaba de la aplicación. «Estamos trabajando y esperamos volver a ofrecer el servicio en el futuro», señala.
El veto de la India no solo aplica a apps móviles de origen chino, sino que también se ha realizado un llamamiento para que no se consuman productos fabricados en el país. Marcas como Xiaomi, Oppo, Realme o OnePlus, por ejemplo, son extremadamente populares entre los usuarios de la India y copan casi el 80% del mercado de la venta de nuevos teléfonos móviles, dada su calidad y un precio menor.
Esto que ocurre en el ámbito de la telefonía móvil también sucede en muchos otros sectores, como el armamentístico, el del aire acondicionado o la venta de gadgets y ordenadores. Las autoridades del país quieren limitar la dependencia del mercado chino, ya que se importa desde Beijing hasta el 70% de los bienes en algunos sectores, pero también muchos usuarios han iniciado campañas de boicot, sobre todo tras los enfrentamientos militares en la frontera del Himalaya que tuvieron lugar el pasado 15 de junio y que enfrentaron a los dos países.