Desde la marcha de la empresa « Guinea Limpia », encargada de la recogida de basura hace menos de dos años sin explicación oficial alguna, las calles de Malabo no han vuelto a lucir la acostumbrada imagen pulcra que en ocasiones anteriores las caracterizaba y que en algún momento permitió que nuestra capital sea calificada como la ciudad más limpia de África.
Así las cosas. La gestión de recogida de basura que se acostumbra a otorgar al Ayuntamiento, por lo visto, todo indica que habría pasado ya a la Dirección General de la Recogida de Residuos del Ministerio del Interior y Corporaciones Locales, según indican fuentes del Ayuntamiento de Malabo.
Lejos de esta ‘lucha’ de competencias entre ambas instituciones, algunas calles de Malabo han sido y siguen siendo en este momento secuestrados o, mejor dicho, invadidos por la acumulación de residuos.
En busca de encontrar una vía para remediar o intentar solucionar este problema que amenaza igualmente la salud de los ciudadanos, la Dirección General de Recogida de Residuos anunció el año pasado sobre una hipotética contratación de más personal para esta tarea.
Por lo visto, los resultados positivos siguen sin concretizarse y se sigue observando que en algunas calles surgen cada día nuevos basureros en puntos estratégico de las ciudades, entre ellos están los mercados donde se echan en falta, amén de una hora u horario estratégico de recogida de residuos, los contenedores eficientes y de gran tamaño en los puntos adecuados.
Las recientes fiestas de Navidad y Año Nuevo han han sacado a la luz la importancia que supone para nuestra capital tener una empresa o empresas competentes de recogida de basura o al menos una entidad para realizar eficazmente esta labor y que pueda devolver así a nuestras ciudades una imagen decorosa y pulcra.
En diversas calles de Malabo, tras estas fiestas, se encuentra basura amontonada en diversas esquinas y la población se pregunta ¿de quién es la culpa de esta acumulación de basura en las calles?. La respuesta no tardará en llegar, porque es una situación que salta a la vista de todos.