La Primera Dama de Guinea Ecuatorial, Constancia Mangue de Obiang, ha manifestado su preocupación por la situación de las mujeres que se dedican a la recogida de chatarra en las ciudades del país, centrándose especialmente en Malabo y Bata.
Durante una reunión con la Ministra de Asuntos Sociales, Igualdad de Género y Artesanía, Consuelo Nguema Oyana, la Secretaria General Adjunta Segunda del PDGE, Judith Nfono Ngomo, y el Alcalde de Malabo, Quintiliano Obiang Nkulu, se abordaron las múltiples dificultades a las que se enfrenta este grupo vulnerable.
Mangue de Obiang subrayó que la recogida de chatarras no solo es una actividad insalubre, sino que también representa un peligro para la salud y seguridad de quienes la realizan. Esta problemática se agrava con la participación de niños, quienes también se ven obligados a recoger chatarra en condiciones precarias. La situación plantea un desafío significativo para el Gobierno, que trabaja en diversas iniciativas para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
A pesar de los esfuerzos realizados, incluida la implementación del Proyecto AIMUGE, muchas mujeres siguen atrapadas en esta actividad para sobrevivir. Este proyecto tiene como objetivo ofrecer mejores oportunidades laborales y fomentar la organización en gremios para facilitar la transición hacia actividades más saludables y sostenibles, como la agricultura. Sin embargo, la realidad en el terreno muestra que muchas de estas mujeres todavía no han logrado aprovechar estas oportunidades.
En la misma reunión, la Primera Dama dialogó con la Presidenta de la Federación de Mujeres Rurales, Magdalena Mofunam, quien presentó los avances de varias iniciativas financiadas a través de créditos AIMUGE. Esta federación ha recibido un apoyo significativo, que les ha permitido lanzar productos de limpieza y artesanía al mercado. Además, están trabajando en la organización del Foro Africano de la Mujer Rural, cuya segunda edición se celebrará en Malabo, buscando visibilizar y empoderar a las mujeres en el ámbito rural.
La situación de las mujeres recogedoras de chatarra refleja la necesidad de un enfoque integral que aborde la pobreza y la marginalización, promoviendo alternativas económicas que garanticen un futuro más seguro y digno.
La Primera Dama concluyó la reunión con un llamado a la acción para que las autoridades aumenten sus esfuerzos en la búsqueda de soluciones que permitan mejorar las condiciones de vida de estas mujeres y sus familias.