Estados Unidos ha enviado una delegación de alto nivel a Damasco para negociar con el nuevo gobierno sirio tras la salida de Bashar al Assad del poder. Según medios internacionales, como la BBC, los norteamericanos buscan retirar al grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) de la lista de organizaciones terroristas, a cambio de que se garantice la inclusión de las minorías en el futuro gobierno de Siria.
Esta es la primera visita estadounidense a la capital siria en más de diez años. Las conversaciones tienen como principal objetivo proteger a las minorías chiíes y cristianas, que temen represalias bajo el liderazgo de HTS, grupo que durante años fue la rama siria de Al Qaeda. Por su parte, los kurdos, otra de las principales minorías del país, se encuentran atrincherados en el noreste, donde enfrentan amenazas de grupos armados pro-turcos y del gobierno de Turquía.
El líder de HTS, Ahmed al Sharaa, asegura que su grupo se ha moderado y ahora busca reconstruir Siria después de trece años de guerra civil. En varias declaraciones, ha pedido a Estados Unidos y Europa que restablezcan relaciones con Damasco y levanten las sanciones internacionales. Según Al Sharaa, HTS ya no promueve la “guerra santa global” típica del yihadismo y no representa un peligro para el mundo.
Sin embargo, las dudas sobre el cambio de rumbo de HTS persisten, ya que el historial de su líder incluye años de lucha como yihadista en Irak y Siria.