El Gobierno de Costa de Marfil ha sancionado un decreto en el que prohíbe el habitual comercio ambulante en Abiyán, ciudad capital del país, así como la presencia de mendigos.
En Abiyán, las calles están repletas de vendedores ambulantes y mendigos. Una práctica recurrente que, para el gobierno, constituye un desorden urbano. Para mejorar las condiciones de vida y garantizar un mejor flujo de tráfico en la capital económica, las autoridades del país han prohibido formalmente el comercio ambulante en las carreteras principales y la mendicidad.
Esta iniciativa se considera como la lucha contra el desorden urbano. Gran parte de la población se está viendo afectada por esta situación ya que en Costa de Marfil, el empleo informal representa más del 90% de la población activa y el 51% del PIB, y este decreto pretende reducir esta tasa de informalidad.