La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de un nuevo brote de ébola en la región congoleña de Kivu Norte, en el este del país africano, después de que se hayan confirmado los peores pronósticos para el caso que la semana pasada se catalogó como sospechoso.
El caso es el de una mujer de 46 años que murió el 15 de agosto en la ciudad de Beni. Aunque en un primer momento recibió atención médica por otras dolencias, terminó presentando síntomas compatibles con el virus del ébola.
Los análisis realizados a la enferma confirmaron la presencia del virus y los análisis genéticos vinculan su contagio con el mayor brote de ébola sufrido en República Democrática del Congo, que causó entre 2018 y 2020 más de 2.200 fallecidos.
La responsable de la OMS para África, Matshidiso Moeti, ve « preocupante » este tipo de resurgimientos, que cada vez « se dan con mayor frecuencia ». No obstante, confía en que la experiencia de autoridades y comunidades sirva para contener « rápidamente » el nuevo brote.
El personal local, en colaboración con la OMS, ya ha identificado a unos 160 contactos de la paciente cero y las primeras 200 dosis de la vacuna contra el ébola llegarán esta misma semana a Beni.