El anuncio del Movimiento para la Liberación de Angola (MPLA) de considerar la división de la capital del país, Luanda, ha provocado reacciones divergentes en Angola.
Según la propuesta, la capital sería separada en una zona litoral que incluiría la mayor parte de la costa, excluyendo Cacuaco, y una región interior que abarcaría municipios como Icolo y Bengo, Viana, Cacuaco y parte de Quissama.
El ministro de Administración Territorial , Dionísio da Fonseca, explicó que esta medida aún es preliminar y debe ser debatida ampliamente en el Parlamento y con la participación activa de la sociedad para alcanzar un consenso. Sin embargo, la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), principal partido de oposición, ha expresado su fuerte oposición a la propuesta.
Liberty Chiyaka, presidente del grupo parlamentario de la UNITA, criticó la iniciativa calificándola como una distracción política y argumentó que la verdadera prioridad debería ser mejorar la eficiencia de la gobernanza y resolver los problemas sociales y económicos que enfrenta la población angoleña. Según Chiyaka, el MPLA está utilizando esta propuesta como una estrategia para ganar apoyo electoral de cara a las elecciones previstas para 2027.
Por otro lado, Marcial Dachala, portavoz de UNITA, considera que la propuesta es una respuesta al declive del MPLA en las elecciones anteriores en Luanda, y sugiere que la ciudad necesita soluciones urgentes para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, en lugar de una división administrativa.
Luanda, con una población estimada en cerca de 10 millones de habitantes, enfrenta desafíos significativos relacionados con la infraestructura, transporte, servicios básicos y alta densidad poblacional.