La compañía aérea de bandera Ceiba Intercontinental se encuentra al borde del abismo. Al margen de la desaparición de uno de sus ATR, cuya caso sigue en proceso de investigación, la empresa atraviesa desde hace un buen tiempo una severa crisis propiciada, según diferentes aclaraciones, por la gestión de los fondos que produce la compañía aérea y aquellos que le son asignados.
Precisamente, las consecuencias de esta señalada gestión cuestionable la están pagando los ciudadanos o pasajeros de esta compañía, quienes vienen denunciando en numerosas ocasiones la cancelación de los vuelos sin previo aviso.
Este martes la compañía aérea nacional vuelve a estar en el punto de mira de los ciudadanos tras suspender sus vuelos nacionales y subregionales sin previo aviso. De acuerdo a las diferentes quejas presentadas por los damnificados a nuestra redacción, muchos se enteraron de esta cancelación de vuelos en pleno momento de la facturación e incluso otros confiesan haber recibido esta noticia como una especie de broma por la forma en que se comunicó.
La situación ha resultado ser un verdadero quebradero de cabeza para los ciudadanos y para la Junta Ejecutiva de Ceiba Intercontinental que, según fuentes fiables, se reunió de manera urgente a primeras horas de este martes 3 de enero para encontrar solución a esta situación.
De acuerdo a la misma fuente, después de varias horas de reunión de crisis de esta compañía aérea conducida por su Presidente Ejecutivo Fortunato Ofa Mbó Nchama, se ha decidido de manera cautelar realizar “reembolsos a los clientes”.
Desde la agencia central de esta compañía aérea en Malabo, un ciudadano afectado confesó que prefirió que le devolviesen todo lo gastado, incluído una indemnización. Aunque esta última parte de sus exigencias no ha tenido éxito. “Tenía que ir a asistir en Bata en el entierro de un familiar y me lo han jodido. Precisamente vine para que me devolviesen lo que gasté por el importe del billete, aunque lo mejor hubiera sido que también me paguen los daños y perjuicios”, indicó el cliente.
Otra señora, también afectada obviamente por esta cancelación de vuelos, dijo que “esta es una vergüenza …a este paso lo mejor sería cerrar las agencias y no vender los billetes para luego fastidiar nuestros planes”, lamentó.