El Comité Político de Vigilancia y Respuesta al Coronavirus, presidido por el vicepresidente de la República, Teodoro Nguema Obiang Mangue se han reunido este martes, en el Palacio África de Bata. Para analizar nuevamente la situación epidemiológica de la enfermedad en el país, así como endurecer aún más las técnicas de combate frente a este virus letal.
El vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue, en su calidad de presidente del Comité Político de Vigilancia y Respuesta a la Covid-19, ha vuelto a convocar a los miembros de dicho comité con la finalidad de volver a analizar el comportamiento de la epidemia y adoptar nuevas estrategias que permitan limitar su propagación en el país.
De acuerdo con los datos actualizados por las autoridades sanitarias, en los dos últimos meses, se ha registrado un notable incremento de los casos de la Covid-19. En esta línea, Sanidad también ha informado que en la fase actual del plan de inmunización se han vacunado alrededor de 12 mil personas, de las cuales más de 800 ya han recibido la segunda dosis y alrededor de 100 han fallecido desde el inicio de la pandemia.
A raíz de esta situación, Sanidad ha propuesto nuevas medidas tendentes a mejorar la curva de contagios. Se destaca en este sentido, el cierre de fronteras durante tres semanas a partir del día 15 del presente mes, la reanudación del testeo masivo en todo el ámbito nacional y el fortalecimiento de la campaña de vacunación. Es una estrategia con la que Sanidad ha conseguido buenos resultados, vacunando a más de 200 personas al día.
Según la información desvelada por la fuente de la Vicepresidencia, el informe también ha revelado la existencia en el país de las 3 variantes de la Covid-19: la brasileña, británica y sudafricana. Por eso, el vicepresidente de la República, preocupado por esta situación, ha instruido una vez más al Comité Técnico a blindar aún más el sistema sanitario nacional, para que a partir del próximo mes de mayo se pueda empezar a levantar algunas restricciones impuestas para contener el virus.
¿Son más peligrosas? ¿Servirán las vacunas?
Tanto la Organización Mundial de la Salud como el Ministerio de Sanidad ya reconocen en sus informes un « posible » aumento del riesgo de hospitalización y muerte para las variantes británica y sudafricana, aunque la brasileña continúa en investigación y, por el momento, no se relaciona con una mayor severidad.
Según la OMS, La Variante Británica fue descubierta el 14 de diciembre de 2020, las autoridades del Reino Unido notificaron a la OMS dicha variante designada como SARS-CoV-2 VOC 202012/01 (por las siglas en inglés de «variante en investigación, año 2020, mes 12, variante 01»), con 23 sustituciones de nucleótidos y no relacionada filogenéticamente con el SARS-CoV-2 que circulaba en el país en el momento en que fue detectada. No se conocen con claridad ni la fuente ni el modo en que surgió inicialmente.
El SARS-CoV-2 VOC 202012/01 se detectó por primera vez en el sudeste de Inglaterra, pero en pocas semanas fue desplazando gradualmente a otros linajes del virus en esa zona y en Londres. De acuerdo con los primeros resultados de los estudios epidemiológicos, de modelización, filogenéticos y clínicos, la transmisibilidad del SARS-CoV-2 VOC 202012/01 es más alta que la del virus original, pero esta variante no es más virulenta (de acuerdo con la duración de la hospitalización y la tasa de letalidad a los 28 días) y la tasa de reinfección no es mayor que la de otras variantes del SARS-CoV-2 que circulan en el Reino Unido.1 Por otra parte, se ha demostrado que la delación en las posiciones 69/70, otra mutación presente en la variante VOC 202012/01, afecta a la sensibilidad de algunas pruebas PCR diagnósticas que utilizan como diana en el gen de la proteína S. No obstante, la mayoría de las PCR empleadas en el mundo utilizan varias dianas y, por lo tanto, no se prevén efectos significativos en la capacidad para diagnosticar la infección. Al 30 de diciembre, otros 31 países, territorios o zonas de cinco de las seis regiones de la OMS habían notificado la variante VOC 202012/01.
La Variante Sudafricana: El 18 de diciembre, las autoridades sudafricanas anunciaron que habían detectado una nueva variante del SARS-CoV-2 que se está propagando rápidamente en tres provincias del país. Sudáfrica ha denominado a esta variante 501Y.V2 porque el virus presenta la mutación N501Y. Aunque la variante VOC 202012/01 también presenta esta misma mutación, los análisis filogenéticos indican que la variante sudafricana no es la misma que la británica. Durante la semana del 16 de noviembre, la secuenciación sistemática llevada a cabo por las autoridades sanitarias sudafricanas reveló que esta nueva variante ha sustituido en gran medida a los demás virus SARS-CoV-2 que circulan en las provincias de Eastern Cape, Western Cape y KwaZulu-Natal. Aunque los datos genómicos demuestran que la variante 501Y.V2 ha desplazado rápidamente a los demás linajes que circulan en ese país y los estudios preliminares apuntan a que está asociada con una mayor carga vírica —lo que hace pensar que tiene más capacidad para transmitirse—, se continúan estudiando estos y otros factores que puedan afectar a esa capacidad. Además, por el momento no se ha demostrado con claridad que esta nueva variante ocasione síntomas más graves o resultados más adversos, y es preciso seguir investigando para conocer sus efectos en la transmisión, la gravedad clínica de la infección, el diagnóstico en el laboratorio, los tratamientos, las vacunas y las medidas preventivas de salud pública que se apliquen. Al 30 de diciembre, otros cuatro países habían notificado la variante 501Y.V2 sudafricana.
La Variante Brasileña:
A principios de enero de 2021, Japón identificó también una nueva variante del SARS-CoV-2 en cuatro personas procedentes de la Amazonía brasileña. La nueva variante, P.1. (B.1.1.28.1) presenta, al igual, que la británica y la sudafricana, una mutación relacionada con una mayor transmisibilidad. Su potencial capacidad de escaparse a la respuesta inmune por infección o vacunas continúa « en estudio », según el último informe de Sanidad. En ese sentido, la OMS da cuenta de reinfecciones con esta variante en personas que ya habían pasado la COVID-19.
Evaluación del riesgo por la OMS
Todos los virus, incluido el SARS-CoV-2, evolucionan con el tiempo, la mayoría de las veces sin que ello les confiera ventajas directas como un aumento de la infecciosidad o la transmisibilidad y, a veces, limitando su propagación (véanse las preguntas y respuestas sobre la COVID-19 y otros temas de salud relacionados). Puesto que el potencial de mutación de los virus aumenta con la frecuencia de las infecciones humanas y animales, la reducción de la transmisión del SARS-CoV-2 mediante métodos de eficacia demostrada para luchar contra las enfermedades y la prevención de la introducción de virus en las poblaciones animales son aspectos fundamentales de la estrategia mundial para reducir la aparición de mutaciones que puedan tener consecuencias negativas para la salud pública.
Recomendaciones de la OMS
Las autoridades nacionales y locales deberían seguir reforzando las actividades actuales de lucha contra la COVID-19, como la vigilancia epidemiológica continua y la realización estratégica de pruebas de detección; la investigación de los brotes y el rastreo de los contactos y, cuando sea necesario la adaptación de las medidas sociales y de salud pública para reducir la transmisión del SARS-CoV-2.
Asimismo, la OMS recomienda a los países que, cuando sea posible, aumenten la secuenciación sistemática de este virus para conocer mejor su transmisión y controlar la aparición de variantes. Los datos de las secuencias deben difundirse a nivel internacional en bases de datos de acceso público. En cuanto a los países con capacidad de secuenciación, la OMS recomienda que secuencien las muestras aisladas de un subconjunto de casos de infección por SARS-CoV-2 seleccionadas sistemáticamente, cuyo número dependerá de la capacidad local. También se debe contemplar la secuenciación genética al estudiar pautas inusuales de transmisión (por ejemplo, un aumento de la transmisión a pesar de las medidas de control existentes) o una gravedad o un cuadro clínico inesperados de la enfermedad. Si la capacidad de secuenciación es limitada, los países deberían aumentarla colaborando con laboratorios de secuenciación públicos, universitarios y privados y con los laboratorios colaboradores de la red de laboratorios de referencia para la COVID-19..
El SARS-CoV-2 seguirá mutando y es importante seguir estudiando las consecuencias para la salud pública de sus nuevas variantes, puesto que un aumento de la transmisibilidad podría dificultar la lucha contra el virus. Las medidas actuales de control de la COVID-19 recomendadas por la OMS siguen siendo eficaces y deben adaptarse en caso de que aumente la incidencia de la enfermedad, esté o no asociado dicho aumento a una nueva variante.
con la prevención, en particular precauciones Por otra parte, es necesario seguir transmitiendo a la población consejos relacionados para protegerse a sí mismo y a los demás, como el distanciamiento físico, el uso de mascarillas, la ventilación adecuada de los espacios cerrados, la evitación de las multitudes, la higiene de las manos y la precaución de toser en la flexura del codo o en un pañuelo. Además, deben reforzarse las orientaciones y medidas de lucha antiinfecciosa entre ellas:
utilizar el equipo de protección personal adecuado cuando se atienda a personas con enfermedades respiratorias agudas;
lavarse las manos con frecuencia, especialmente después del contacto directo con personas enfermas o su entorno;
cubrirse la nariz y la boca con pañuelos desechables o ropa al estornudar o toser, y lavarse las manos;
mejorar las prácticas habituales de lucha antiinfecciosa en los hospitales, sobre todo en los servicios de urgencias;
usar una mascarilla en caso necesario, asegurarse de que haya una buena ventilación siempre que sea posible y evitar las zonas concurridas.