La enfermedad es trasmitida a través de un mosquito, el Aedes aegypti, por lo que el repelente se convierte en un producto esencial, pero hay desabastecimiento de esta mercancía en todo el país. Asimismo, el gobierno nacional decidió no comprar ni distribuir vacunas contra la enfermedad.
Históricamente, el dengue afectaba únicamente a las regiones norteñas del país, pero producto del aumento de las temperaturas, este año el mosquito que trasmite la enfermedad llegó a la mayoría de las provincias del país. Entre los síntomas de esta enfermedad que puede ser mortal, se encuentran la fiebre alta, la cefalea, las mialgias, la diarrea o vomito.
Pese a la situación, el gobierno nacional liderado por el presidente Javier Milei, tomó la postura de no comprar ni distribuir vacunas contra el dengue. El portavoz presidencial Manuel Adorni, argumentó en una conferencia que “por el momento, no consideramos que sea necesario » vacunar a la población, mientras que el ministro de Salud Mario Russo, denunció que los gobiernos anteriores transformaron al Estado en “un gran comprador de los Laboratorios”.
Ante el aumento de contagios y muertes por la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegipty, la población se volcó en masa a los supermercados, farmacias y negocios de barrio en busca de repelente, pero la gran demanda y la especulación generaron desabastecimiento de este producto. Cabe destacar que, en Argentina, la fabricación y venta de este producto está prácticamente monopolizada por la empresa estadounidense S.C. Johnson, que comercializa 9 de cada 10 repelentes en el país.
Mediante un comunicado, S.C. Johnson se defendió de las acusaciones de especulación, asegurando que “estamos realizando esfuerzos extraordinarios para abastecer a todos los puntos de venta y aumentar su disponibilidad, produciendo en la actualidad tres veces más de lo habitual y aprobando la venta de distintos formatos de envases para poder maximizar la producción”. Ante el faltante en los comercios, las plataformas de internet se convirtieron en el último recurso para obtener repelente, pero los precios allí son desorbitantes, llegando a cuadriplicar el precio original.
El desabastecimiento y el desbalance de los precios motivó al gobierno a decretar una serie de facilidades para la importación de repelentes. Por el lapso de un mes, los importadores de este producto no deberán pagar los impuestos al Valor agregado ni la retención del Impuesto a las Ganancias. Finalmente, resaltar que además de Argentina, en Latinoamérica también están siendo azotados por el dengue Brasil (1020 muertes este año) y Colombia (55.000 contagios y 93 muertes).