Con el final de las celebraciones navideñas, cada año llega, irremediablemente, la temida cuesta de enero. Resulta algo difícil adaptarse de nuevo a la rutina, por lo que, el primer consejo importante es tomarse ese periodo post navideño sin agobios y con el suficiente optimismo.
Aun así, los gastos extra de estas fiestas, en viajes, regalos o comidas especiales, suelen pasar factura cuando estas terminas. Subir la cuesta no siempre es sencillo y el primer mes del año puede hacerse bastante algo largo. Por eso, para ayudarte a superarla, en este artículo redactado por la periodista Mariola Báez te damos algunos sencillos consejos para la cuesta de enero. Prueba a ponerlos en práctica, porque te pueden venir muy bien.
Restablece un presupuesto realista
Para afrontar la cuesta de enero con éxito el primer paso es hacer una valoración general de la situación económica en la que te encuentras, realizando una reestructuración de tu presupuesto si fuera necesario.
Los gastos extra de diciembre, entre ellos los pagos efectivos, llegaran en enero y hay que estar prevenidos, tomando las medidas económicas oportunas, para minimizar el impacto. Además, haz un pequeño presupuesto teniendo en cuenta los gastos futuros previstos. Sé realista, porque este mes toca « apretarse el cinturón ». En tu presupuesto, descarta (para más adelante) cualquier gasto extra que no sea imprescindible y establece pequeños apartados económicos, bien separados, para cada una de las partidas de gastos previstos: alimentación, suministros, ropa, servicios básicos… hacer un presupuesto realista e intentar ceñirte a él al máximo es un buen consejo para superar la cuesta de enero.
Elimina gastos fijos superfluos
El comienzo del año es también un excelente momento para analizar la idoneidad de algunos pagos que, quizá, no tienen demasiado sentido. Todo suma y tal vez tengas que renunciar, aunque sea temporalmente a algunas compras o servicios que no son fundamentales. Cuotas, por ejemplo, del gimnasio, del club deportivo al que perteneces, de alguna sociedad… suscripciones a revistas o a plataformas de música o televisión son suprimibles.
Rebajas sí, pero solo lo necesario
Enero es un mes de rebajas que pueden suponer una buena oportunidad de adquirir aquello que necesitas a buen precio, pero también son un peligro si te dedicas a renovar tu casa o tu armario, aunque no te haga falta. Aprovecha las rebajas, pero evita las compras compulsivas.
Revisa los suministros
Canales, luz, gas, conexión a internet, comida… son algunos de los suministros esenciales para el funcionamiento de cualquier hogar y, especialmente en los últimos tiempos, se han convertido en un gasto que no cesa de aumentar. Plantéate hacer menos empinada la cuesta de enero revisando los suministros que tienes contratados y observando las tarifas que ofrecen otras compañías. Puede que haya llegado el momento de cambiar de proveedor para ahorrar algo de dinero.
Toca recortar
No hay más remedio y en muchos casos superar la cuesta de enero requiere renunciar a pequeñas cosas (o no tan pequeñas) dejándolas para cuando nuestra economía se recupere de los excesos navideños. Ejemplos hay muchos: reducir los viajes de placer, aquellos que no sean necesarios, gastar algo menos en ocio, dejar costosas reparaciones en casa, que no sean imprescindibles, para más adelante… la idea es no sobrecargar con más gastos el mes de enero, uno de los más complicados del año a nivel económico.
De segunda mano
No es solo una buena medida para la cuesta de enero sino, también, una práctica de consumo responsable que beneficia a todos incluido nuestro Planeta. Antes de comprar en cualquier tienda aquello que no puede esperar, por ejemplo: ropa o electrodomésticos, recuerda que adquirirlos de segunda mano es una excelente opción y bastante más barata.
Una cesta de la compra bien pensada
El gasto en alimentación se ha disparado, pero es uno de los que no podemos suprimir. Aun así, es posible ahorrar en la cesta de la compra más de lo que crees. En enero, haz siempre la compra llevando una lista en la que incluyas lo que necesitas y procura ceñirte a ella. Pensar los menús semanales y hacer la lista teniéndolos en cuenta es una buena idea. Además, compara precios y ofertas entre los distintos comercios, porque hay grandes diferencias entre un supermercado y otro.
Aprovecha y reutiliza todo lo que puedas
Es algo que debemos hacer siempre, pero que en enero se vuelve una necesidad a la hora de equilibrar la economía. En la cocina, vigila el buen estado de los alimentos y congela aquello que no vayas a utilizar. Antes de tirar cualquier cosa, piensa en un posible arreglo y si se puede reutilizar, ¡aprovéchala!