Un equipo internacional de investigadores liderado por el profesor Antonio Rosas, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), con la destacada participación del Dr. Juan Ignacio Morales, del IPHES-CERCA, experto en tecnología lítica ha explorado Río Campo, Guinea Ecuatorial, en el marco del estudio sobre la ocupación sistemática de las selvas ecuatoriales africanas por parte de Homo sapiens hace más de 40.000 años.
El descubrimiento revela cómo nuestros ancestros no solo sobrevivieron, sino que prosperaron en uno de los ecosistemas más desafiantes del planeta, gracias a una tecnología lítica avanzada y una notable capacidad de organización social. El hallazgo muestra estrategias culturales y adaptativas que permitieron a estas comunidades humanas afrontar las dificultades de supervivencia en África Central.
“Estas evidencias transforman nuestra comprensión de cómo los humanos modernos se adaptaron a entornos tan complejos como las selvas ecuatoriales africanas. Las herramientas encontradas reflejan tanto un conocimiento técnico avanzado como una capacidad extraordinaria de adaptación cultural”, explica el profesor Antonio Rosas, autor principal del estudio.
“Las herramientas recuperadas en Río Campo evidencian una tradición tecnológica que conecta con otras industrias líticas del centro y sur de África, como el Achelense y el Sangoense. Esto apunta a una transmisión de conocimientos técnicos sostenida durante milenios y una herencia cultural profundamente arraigada”, explica el Dr. Juan Ignacio Morales, investigador del IPHES-CERCA y experto en tecnología lítica.
De los 418 artefactos líticos encontrados están las puntas bifaciales, núcleos Levallois y herramientas de gran tamaño asociadas a actividades de caza y procesamiento de materiales. Estos materiales reflejan planificación y organización que resultaron cruciales para la supervivencia en un entorno tan hostil.
“Con los resultados de Río Campo, ampliamos el mapa del comportamiento humano prehistórico y situamos África Central como una pieza fundamental en la evolución cultural y biológica de nuestra especie”, afirma Rosas, ya que las investigaciones sobre evolución humana se han centrado en regiones áridas o semiáridas de África.
El equipo continuará con las investigaciones en el país para profundizar en la comprensión de las primeras ocupaciones humanas en África Central y su relevancia en la evolución de la especie humana.