Hace 50 años sólo había 13 sacerdotes diocesanos en Guinea Ecuatorial y hoy son al menos 154. Así lo ha confirmado el sacerdote Nicéforo Obama en Madrid a los medios españoles.
Además, Guinea Ecuatorial hace medio siglo tenía dos diócesis, hoy tiene cinco. El seminario más importante del país, Seminario Mayor Interdiocesano “La Purísima” de Nkolombong, cuenta con 77 seminaristas.
Para apoyar las vocaciones en Guinea Ecuatorial y en muchos otros países en vías de desarrollo se necesita de la generosidad de los católicos a través de la Jornada de Vocaciones Nativas, que este domingo 21 de abril se celebra en España, junto con la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
El sacerdote Nicéforo Obama explica también que las misioneras españolas que llegaron a su pueblo, carmelitas vedrunas, despertaron en él la vocación sacerdotal.
« Me impresionó mucho su labor, y me preguntaba por qué estaban allí », explica. Con ellas aprendió a leer y escribir, fue atendido en su centro de salud… Cuando estaba en primaria descubrió que Dios le llamaba para seguir a Cristo como ellas y ser sacerdote. « Vi que la vida es vulnerable, y que Jesús es el único que da sentido a la vida y tiene las respuestas a los grandes interrogantes ».
“Hay jóvenes con vocación sacerdotal y religiosa pero en las familias pobres (casi todas) es muy difícil que entren en el seminario sin apoyo externo. Si las familias no tienen para comer, cómo van a pagar los gastos de una vocación ». Además, ser sacerdote no genera riqueza para la familia, por lo que la inversión no tiene retorno. “Muchas vocaciones no pueden continuar porque las familias no logran ayudarles”, explica
Nicéforo, quien hace 10 años que es sacerdote, asegura que pudo estudiar en parte a Obras Misionales Pontificias, en concreto su Obra de San Pedro Apóstol para las vocaciones nativas.
Nicéforo explica que apoyando vocaciones se ayuda a mucha gente en los países de misión, no sólo al sacerdote o a la religiosa en sí. Por ejemplo, en Guinea Ecuatorial, además de celebrar el culto, los sacerdotes y religiosos se vuelcan en organizar servicios de sanidad y educación.