Desde la capital de Litoral, Bata, investigan al curandero Blas Filemón por suministrarle la archiconocida hierba llamada en fang ‘eboga’ a una mujer de 59 años, algo que habría supuestamente causado la muerte de la señora.
Algunos testigos aseguran que la fallecida sintió un malestar el pasado martes y el curandero decidió tratarla como en la veces anteriores, suministrándole a la mujer unas dosis de « eboga ».
El curandero ha sido detenido por la Gendarmería Nacional y en sus primeras declaraciones se ha abstenido en su derecho de presunción de inocencia.
La investigación sigue abierta para intentar esclarecer este triste desenlace que de entrada ya deja marcado a los curanderos tradicionales.
Como había dejado claro el Fiscal General de la República, Anatolio Nzang Nguema, en un artículo publicado por este periódico el 15 de marzo 2022, el consumo de ‘Eboga’ no está reconocido en la Ley número 04/1985, de fecha 24 de octubre, por la que se crea el servicio de la medicina tradicional en Guinea Ecuatorial. Y había mostrado su disconformidad con el comportamiento de los curanderos tradicionales practicantes de este ritual en el país.
El « eboga’ es una sustancia alucinógena que se extrae de unas plantas cuyos frutos son amarillentos. Se pueden consumir sus frutos, pero lo habitual es extraer jugo de sus partes para darlo al paciente o para los rituales de danza de « mibili » o « buti » que todavía practican algunos ecuatoguineanos y ciudadanos de países limitrofes de la etnia fang