En Camerún los empleados de una familia declaran que Odilia y Maximilien llevaban un tiempo atravesando una situación tormentosa, con episodios de violencia verbal teñidos de amenazas mutuas de muerte. Un día, el hombre habría prometido asfixiar a su esposa.
Carine Merline es la empleada doméstica de la pareja y reveló el domingo la propuesta que le hizo su jefa, ofreciéndole 250 mil XAF para envenenar a su marido con una bolsa de polvo, instruyendola que lo pusiera en su comida y textualmente dijo: “quiero terminar con él”.
La empleadora sale de la casa, horas más tarde regresa y encuentra a su marido vivo y contento, elogiando el Cuscús, salsa gombo con cangrejos que le habían preparado. Decepcionada su señora al encontrarle vivo, se dirigió a la empleada y la dijo: “¡No soy feliz! ¡Si no querías tenías que decírmelo!.
Como si de una novela se tratase, días después la empleada decide contárselo y entregarle la bolsa de veneno a su jefe, éste entra corriendo en la habitación y le pide a su mujer que tome lo que contenía la bolsa. Su mujer se niega y decide entregarla a las autoridades policiales.
Durante su audiencia en el tribunal, Odile afirmó que el contenido del sobre era un amuleto. Un gendarme le sugirió que lo bebiera, a lo que ella se negó. La señora se encuentra bajo custodia policial.
En cuanto a la empleada, Maximilien le dijo que se quedara con los 250.000 XAF, pero la familia de la empleada le aconsejó que dejara este trabajo.