El secretario general de la ONU, António Guterres, se reunió este lunes en la sede de la organización en Nueva York con Stephanie Koury, la jefa en funciones de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL). La reunión se centró en la crisis política prolongada en Libia, que enfrenta un estancamiento debido a la existencia de dos administraciones rivales que obstaculizan el proceso de transición política.
Koury, tras el encuentro, expresó en su cuenta de la red social X que Guterres mostró un firme apoyo a los esfuerzos de la UNSMIL para facilitar un diálogo político que busque resolver la situación actual. “Hemos hablado sobre los desarrollos políticos y de seguridad en Libia. El secretario general ha expresado su gran apoyo a los esfuerzos de la UNSMIL”, afirmó Koury.
La crisis en Libia se remonta a 2014, tras la captura y ejecución del antiguo líder Muamar Gadafi en 2011, lo que sumió al país en una inestabilidad crónica. La dimisión en abril de este año del anterior jefe de la UNSMIL, Abdoulaye Bathily, reflejó la complejidad del conflicto. Bathily alertó al Consejo de Seguridad de que Libia se había convertido en un terreno de rivalidades entre actores regionales e internacionales, señalando que los líderes políticos libios no actuaban de “buena fe” para resolver la crisis.
A pesar de este panorama sombrío, ha habido avances recientes en la relación entre la Cámara de Representantes, con sede en el este del país, y el Alto Consejo de Estado en Trípoli. Ambos organismos lograron llegar a un acuerdo para abordar la crisis en el Banco Central de Libia, que se había intensificado tras la destitución de su gobernador en agosto.
La división política en Libia se acentuó cuando la Cámara de Representantes dio por finalizado el mandato del primer ministro Abdul Hamid Dbeibé, después de que las elecciones presidenciales programadas para diciembre de 2021 fueran aplazadas. Dbeibé se negó a aceptar esta decisión y optó por continuar en el cargo hasta que se celebren elecciones.