Tras 8 meses de investigación, las autoridades destaparon en Malabo ayer domingo una red de trata de personas que tenía como cabecilla a una mujer de nacionalidad beninesa, quien habría estado trayendo a personas al país por medio de un contrato con sus familiares.
Los acuerdos establecen que las víctimas deben ingresar más del 50% de sus beneficios mensuales hasta cumplir con los montos pactados. Les quitaba los pasaportes para asegurar que cumplen con lo pactado
El caso fue denunciado por el Ministerio de Trabajo en el Ministerio de Seguridad Nacional en el marco de la lucha contra la trata de personas, quienes, después de un proceso de investigación, llegaron a reunir pruebas que les permitían irrumpir en la casa de la presunta autora y donde han encontrado a un grupo de personas en una habitación en malas condiciones de habitabilidad.
La autora pide perdón, alegando que no consideraba que esta práctica es susceptible de considerarse un delito. Una de las víctimas ha confesado que lleva 6 años en Guinea Ecuatorial y muchas veces ha querido regresar a su país, pero la presunta autora se lo impedía.