Un ciudadano de la República de Uzbekistán ha sido detenido por ser el presunto autor de la muerte del teniente general Ígor Kirílov y jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química (NBQ) con su ayudante, que se produjo el martes en la entrada de un edificio residencial en la capital rusa con un artefacto explosivo.
Los investigadores del Comité de Investigación ruso, en cooperación con el Servicio Federal de Seguridad (FSB) y el Ministerio del Interior de Rusia, detuvieron al presunto autor, quien durante el interrogatorio admitió que ”fue reclutado por lo servicios especiales ucranianos”. Siguiendo sus instrucciones, llegó a Moscú y recibió un artefacto explosivo improvisado y lo colocó en un scooter eléctrico que aparcó en la entrada del edificio residencial donde vivía Ígor Kirílov, agregó.
El supuesto asesino explica que alquiló un coche donde instaló una cámara de videovigilancia que transmitía en directo las imágenes desde la escena para los organizadores del atentado, que estaban en la ciudad ucraniana de Dnepr. Al ver salir al teniente y su ayudante desde el vídeo, detonó el explosivo.
Según la representante oficial del Comité de Investigación ruso, Svetlana Petrénko, el autor se le garantizó “100.000 dólares estadounidenses y la salida a un país europeo para residir allí”, una vez cometer este crimen con éxito.
El ciudadano uzbeko se enfrenta a los delitos de asesinato, ataque terrorista, tráfico y fabricación ilegal de armas y municiones, que podrían conducirle a la cadena perpetua.