Novak Djokovic se reengancha a la carrera por ser el mejor tenista de la historia, algo que marca el número de títulos de ‘Grand Slam’ en el palmarés. Rafael Nadal y Roger Federer suman 20 entorchados y él ya tiene 18 después de su novena corona de Australia.
El número uno mundial, que batirá el próximo 8 de marzo el récord de semanas en lo más alto en posesión de Federer, se puso un escudo ante Daniil Medvedev para levantar su noveno título, tercero consecutivo, en el Melbourne Park, con un tanteo de 7-5, 6-2 y 6-2, en 1 hora y 53 minutos. Novak acabó al ataque, en la red, con un remate sólo al alcance de unos pocos elegidos.
Para encontrar la última vez que el campeón perdió en suelo australiano hay que remontarse a la ronda de octavos de 2018 con el surcoreano Hyeon Chung, en un duelo marcador por una lesión en el codo del serbio que le obligó después a pasar por el quirófano. Son ya 29 victorias sin fallo y pocos valientes hay para acabar con esa racha.
Djokovic empezó como lo hubiese hecho Nadal en la tierra de Roland Garros o Federer en la hierba de Wimbledon. En ocho minutos, dominaba por 3-0 habiendo decantado a su favor 12 de los 15 puntos jugados.
El ruso se agarró al saque para estrenar su marcador. El serbio le apretaba a la derecha una y otra vez hasta que fallaba. Sin embargo, quedaba mucha final y mucho set. Daniil, que parecía pasar por allí, rompió en el quinto juego para volver a firmar las tablas en el marcador. Nole intentaba acortar los puntos con dejadas sin premio.
Pasados 19 minutos, todo empezaba de cero. Los saques pasaban a imponerse al resto. La igualdad entre los protagonistas que se presumía también se veía reflejada en una Rod Laver Arena prácticamente llena.
El desenlace del primer acto parecía condenado a la muerte súbita, pero Djokovic se negó a ello con un segundo ‘break’ tras una derecha a la red de su corpulento adversario. Había dado igual que sirviera a 214 kilómetros por hora.
El moscovita le puso ganas en la continuación robando el servicio de ‘Nole’. Fue un espejismo porque perdería los siguientes cuatro juegos. El segundo set sería también para el pupilo de Goran Ivanisevic.
En el otro lado de la red la frustración del momento la pagaba la raqueta y Gilles Cervara, entrenador del número tres mundial. Hacia él iban dirigidos todos los aspavientos de Medvedev. La última vez que hubo un pique dialéctico con Cervara, en la tercera ronda con Filip Krajinovic, el técnico galo se fue de la pista.
Cuando Djokovic se quitaba la camiseta dejaba ver el vendaje kinesiotape en el costado derecho. Su recuperación del abdominal ha resultado milagrosa. Pasó de estar en la lona en la tercera ronda con Taylor Fritz a coronarse por tercera vez consecutiva en el Melbourne Park. De los últimos nueve juegos, sólo dos habían ido a manos de Medvedev. Estaba totalmente desquiciado y haciendo la goma antes de hincar definitivamente la rodilla por primera vez desde los cuartos de Viena. Sus 20 triunfos seguidos, 12 de ellos ante el ‘top10’, tenían fecha de caducidad.
A sus 33 años, es el sexto grande de Novak por encima de la treintena, igualando la marca de Nadal como el campeón más longevo en la Era Open. Juega por la historia y la nueva cita es a partir del 23 de mayo en la tierra de Roland Garros. Lo que pasa entre medias es un simple preámbulo. Sus 82 títulos en total le dejan a cuatro de Rafa y aún lejos de los 109 de Jimmy Connors. Ese no es el récord que le interesa.