Tras dos semanas de intensas reuniones y debates en la Conferencia sobre el cambio Climático de las Naciones Unidas (COP 29) llevado a cabo en Bakú, Azerbaiyán, por fin se llegó a una conclusión este pasado domingo por unanimidad para ayudar a los países en desarrollo a proteger a su población y sus economías contra los desastres climáticos, y a compartir los enormes beneficios del auge de las energías limpias.
En la conferencia que ha reunido a un total de 200 países se ha determinado aumentar la financiación para los países en vía de desarrollo de 100.000 millones de dólares establecidos anteriormente hasta los 300.000 millones de dólares anuales, para que puedan combatir los desafíos que trae consigo el cambio climático.
Esta meta denominada Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado sobre Financiación del Climática (NCQG) es un proceso que exige que todas las naciones estén unánimemente de acuerdo en cada palabra del acuerdo.
“Este nuevo objetivo de financiación es una póliza de seguro para la humanidad, en medio del empeoramiento de los impactos climáticos que afectan a todos los países”, declaró Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático. “Pero como cualquier póliza de seguros – sólo funciona – si las primas se pagan en su totalidad, y a tiempo. Las promesas deben cumplirse para proteger miles de millones de vidas. Mantendrá el auge de las energías limpias, ayudando a todos los países a compartir sus enormes beneficios: más empleo, mayor crecimiento, energía más asequible y limpia para todos”, continuó.
La nueva meta de financiación de la COP29 se basa en los importantes avances logrados en la acción climática mundial en la COP27, en la que se acordó un histórico Fondo de Pérdidas y Daños, y en la COP28, en la que se alcanzó un acuerdo mundial para abandonar todos los combustibles fósiles en los sistemas energéticos de forma rápida y justa, triplicar las energías renovables e impulsar la resiliencia climática.
El Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático reconoció que el acuerdo logrado no supone grandes avances en el tema, ya que los países en vía desarrollo solicitaron la subida de la financiación a 1.300 millones. “Ningún país consiguió todo lo que quería, y nos vamos de Bakú con una montaña de trabajo por hacer”, señaló Stiell. “Las muchas otras cuestiones en las que tenemos que avanzar pueden no ser titulares, pero son salvavidas para miles de millones de personas. Así que no es el momento de cantar victoria, tenemos que fijar nuestras miras y redoblar nuestros esfuerzos en el camino hacia Belém”, indicó.
“A parte del acuerdo de la COP 29, todos los países deben presentar planes climáticos más sólidos para el próximo año los cuales deben abarcar los gases de efecto invernadero para mantener el límite de calentamiento a menos de 1,5 °C a nuestro alcance. Todavía tenemos un camino muy largo por delante, pero aquí en Bakú dimos otro importante paso adelante”, dijo Stiell.