El expresidente de Gabón Ali Bongo puso fin a finales de mayo a la huelga de hambre iniciada dos semanas antes para denunciar “actos de tortura” a manos de la junta militar instaurada tras el golpe de Estado de agosto de 2023, según han desvelado fuentes cercanas al exmandatario a la emisora Radio France International.
Estas fuentes han desvelado que “las personas de su entorno le rogaron que se detuviera”. “Había perdido peso y su movilidad se había deteriorado”, han indicado, después de semanas sin información sobre la huelga de hambre iniciada por Bongo y sin que las autoridades se pronunciaran al respecto.
En este sentido, otras fuentes apuntan a la posibilidad de que Bongo alcanzara un acuerdo con las autoridades, ya que dos de sus hijos, Jalil y Bilal, recibieron permiso en junio para abandonar el país e dirigirse a Londres. “Reciben apoyo psicológico, ya que sufrieron malos tratos y están traumatizados”, han explicado.
Por contra, la situación de Bongo quedará en el aire durante varias semanas debido a que el aparato judicial gabonés inicia este mismo lunes un receso que se extenderá hasta el 19 de agosto, periodo en el que “no pasará nada en su caso” y en el que seguirá bajo arresto domiciliario, tal y como decretaron las autoridades tras la asonada.
Bongo inició su huelga de hambre para denunciar “actos de tortura” contra sus hijos y su esposa, Sylvia Bongo, quien se encuentra en prisión a la espera de juicio junto al hijo mayor de la pareja, Noureddin, por cargos de corrupción presentados contra ellos tras el derrocamiento del exmandatario.
En respuesta, la portavoz del Gobierno de transición, Laurence Ndong, afirmó que Bongo y sus familiares “no sufren ninguna forma de tortura o malos tratos” y tildó de “calumnias” estas acusaciones, al tiempo que adelantó que las autoridades se reservaban “el derecho a emprender acciones legales”.
Bongo fue derrocado en un golpe encabezado por el general Brice Oligui Nguema, quien instauró el Comité para la Transición y la Restauración de las Instituciones (CTRI), nombre oficial de la junta militar puesta en pie tras la asonada. Los autores del golpe denunciaron unos “falsos” resultados de las elecciones celebradas días antes, en las que el entonces mandatario Ali Bongo recabó el 64,27 por ciento de los votos, por el 30,77 por ciento de su principal rival, Albert Ondo Ossa.