Desde el derrocamiento del presidente electo Mohamed Bazoum, los militares en el poder han cortado gradualmente los lazos con los socios occidentales del régimen caído. Después de haber obtenido en particular la salida de las fuerzas francesas, que se prolongará hasta finales de este diciembre, están buscando nuevos aliados y se han acercado notablemente a Rusia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores nigerino anunció en un comunicado la denuncia del acuerdo firmado por el Estado de Níger con la Unión Europea en relación con la misión civil europea “EUCAP Sahel Niger”, activa desde 2012.
Esta misión tiene su base en Niamey y se dice que cuenta con 120 europeos y apoya “a las fuerzas de seguridad internas, a las autoridades nigerinas y a los actores no gubernamentales”.
El ministerio también declaró la “retirada por parte del Estado de Níger del consentimiento otorgado para el despliegue de una misión militar de asociación de la UE” en Níger denominada “EUMPM”.
Esta misión fue lanzada en febrero “a petición de las autoridades nigerinas”, para “apoyar al país en su lucha contra los grupos terroristas armados”, según el sitio web del Consejo de la UE. Níger está plagado de violencia yihadista en el oeste y sureste del país.
El Gobierno nigerino añade que “decide retirar los privilegios e inmunidades concedidos” en el marco de esta misión, sin dar más detalles.
También el lunes, una delegación rusa encabezada por el Viceministro de Defensa llegó a Niamey para dialogar con las autoridades militares.
Se trata de la primera visita oficial de un miembro del Gobierno ruso a este país desde el golpe de Estado del 26 de julio que perturbó las relaciones diplomáticas entre Níger y sus socios internacionales.
La delegación rusa, encabezada por el viceministro de Defensa, coronel general Yunus-Bek Yevkurov, fue recibida el lunes por el jefe del régimen militar nigerino, general Abdourahamane Tiani.
Al final de esta reunión, las dos partes firmaron documentos “en el marco del refuerzo” de su cooperación militar, indicaron las autoridades nigerinas. Níger también se ha acercado a sus vecinos Burkina Faso y Mali, socios como Rusia y liderados por militares fruto de golpes de Estado.
Después de Malí el año pasado, Níger y Burkina anunciaron el sábado su salida de la organización antiyihadista G5 Sahel. Una decisión que entró en vigor el 29 de noviembre, nueve años después de la creación de la organización cuyos miembros restantes son Mauritania y Chad.
Financiada en gran medida por la Unión Europea, esta fuerza representó, a los ojos de los socios internacionales en el Sahel, una salida de una región presa de la violencia yihadista.
En septiembre, Níger, Burkina y Mali crearon la Alianza de Estados del Sahel (AES) para reforzar su cooperación. Al igual que Níger, Burkina y Mali están debilitados por la violencia yihadista, han suspendido a los medios de comunicación franceses y han obtenido la retirada de los soldados franceses.