Día Internacional de los Derechos Humanos: Alfonso Nsue Mokuy habla del estado actual del tema en Guinea Ecuatorial

El Día 10 de diciembre de cada año, la Comunidad Internacioal celebra el aniversario de Declaración Universal de los Derechos Humanos. Por tal motivo, Alfonso Nsue Mokuy en su calidad de Tercer Viceprimer Ministro del Gobierno de Guinea Ecuatorial, encargado de los Derechos Humanos ha pronunciado un mensaje dirigido a la población ecuatoguineana y a la comunidad internacional para resaltar la situación actual de este tema de los derechos humanos en el país.

Sobre Guinea Ecuatorial ha señalado que “el Gobierno ecuatoguineano está ejecutando un plan de acción Nacional de Lucha Contra la Trata de las personas”. Este plan, según Nsue Mokuy, ha guiado a su Ejecutivo canalizar los trabajos gubernamentales y combatir este fenómeno que sigue azotando mundo y que afecta también a nuestro país.

El Tercer Viceprimer ministro, encargado de los Derechos Humanos ha condenado los malos vicios y la delincuencia de parte de los jóvenes. De este modo, les ha invitado unir esfuerzos para hacer desaparecer una vez por todas esta lacra en la sociedad ecuatoguineana, la cual está llevando la atención y es motivo de preocupación no solo del gobierno, sino también de toda la sociedad.

Cuestionado sobre qué calificación tiene el país en este momento sobre los Derechos Humanos, Nsue Mokuy ha explicado que es la comunidad internacional quien evalúa al país. No obstante, es optimista, porque en el examen periódico universal ante el Consejo de Derechos Humanos celebrado este año en Ginebra, donde el paso tuvo la oportunidad de presentar, mediante un Informe Nacional, los avances, éxitos, desafíos alcanzados en los últimos años sobre los Derechos Humanos.

El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, conmemorando el día en que en 19948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, es el lema escogido para conmemorar el 73 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.