Blanqueamiento de nubes marinas. Es una de las ideas que la ciencia baraja con el fin de acabar con el calentamiento global. Una propuesta consistente en lanzar partículas de sal marina, generadas a partir del agua del océano, que serían emitidas por un cañón pulverizador.
Las primeras prácticas comenzaron en Alameda, California (Estados Unidos), aunque se prevé que el programa Marine Cloud Brightening, liderado por científicos de la Universidad de Washington, prolongue dicha actividad durante el periodo primaveral. Unas partículas que se lanzarían a zonas con nubes bajas. Con ello, se pretende que aumenten la capacidad para reflejar la radiación solar hacia el Espacio y reducir el impacto del cambio climático.
Según explica la propia universidad en su web, el MCB pasaría por determinar si la emisión de esas partículas de sal marina a las nubes marinas bajas podría utilizarse como un mecanismo para mitigar el cambio climático. El motivo de la apuesta por esta idea radica en el hecho de que las nubes cumplen con la función de reflectar la luz solar de regreso al espacio, que ayuda a enfriar las temperaturas.
La Universidad de Washington explica que los cambios producidos en la cantidad de luz solar reflejada por las nubes pueden tener el potencial suficiente para “cambiar el clima tanto a nivel local como global”.
El profesor de Ciencia Atmosférica en dicha universidad, Robert Wood, estimó que los aerosoles procedentes de las emisiones humanas están compensando 0,5 °C del calentamiento global provocado por los gases de efecto invernadero.
Por ello, los líderes de la investigación hicieron hincapié en la importancia de comprender la influencia de los aerosoles y los riesgos existentes a corto plazo. “Nos ayuda saber si el blanqueamiento de las nubes marinas podría ayudar a reducirlos”, destacó la directora del programa, Sarah Doherty. No es la única vez que este experimento se lleva a cabo en el mundo.
Experimento idéntico en Australia
En el año 2020, en Australia, la Universidad Southern Cross, en colaboración con otras universidades, se puso en práctica el Programa de Restauración y Adaptación de Arrecifes, con el objetivo de “iluminar las nubes” sobre la Gran Barrera de Coral. Daniel Harrison, director del proyecto, calificó como “muy alentadores” los resultados obtenidos una vez finalizado el experimento.
Un experto de Meteored señala un “panorama preocupante” al que nos tendremos que adaptar factores como el aumento de las temperaturas del mar, causado por el cambio climático, afectó en gran medida a la salud de los arrecifes de Coral de la Gran Barrera. Parte de la estructura, de más de 2.000 kilómetros de longitud, se ha visto dañada por la temperatura del agua, que llegó a alcanzar máximos de 31ºC.