El órgano legislativo de los golpistas en Mali, el Consejo Nacional de Transición (CNT), aprobó este lunes 21 de febrero su carta para establecer un plazo transitorio de hasta cinco años antes de organizar elecciones, en lugar de los 18 meses establecidos tras el golpe de Estado de 2020.
Con una unanimidad de 120 votos la Carta de Transición, aprobada por la asamblea que actúa como órgano legislativo de Mali, funciona como Acta fundamental durante el periodo previo al regreso de los civiles a la cabeza del país.
El CNT, controlado por los militares, está compuesto por representantes de los partidos políticos, la sociedad civil y los grupos tribales y religiosos, presidido por el coronel de la junta militar, Malick Diaw, conocido como el “número dos”.
La versión original de la Carta, aprobada un mes después del golpe del 1 de octubre de 2020, fijaba un período de transición de 18 meses, después la junta revocó su compromiso inicial de llevar a cabo las elecciones el 27 de febrero de 2022.
La revisión aprobada de este lunes sigue las recomendaciones hechas en las consultas nacionales que se dieron en diciembre de 2021, las cuales aconsejaron una transición de una duración de entre seis y cinco años, por lo que se optó por la segunda.
La fecha para las elecciones continúa siendo un misterio, algo que provoca un enfrentamiento entre las autoridades malienses actuales, la CEDEAO y parte de la comunidad Internacional.
Una decisión que puede acarrear sanciones económicas
A principios de este año, el 1 de enero de 2022, el Gobierno transitorio de Mali ya le había anunciado a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) que necesitaban cinco años más para concluir el periodo de transición política.
Una noticia que no cayó bien para la organización africana, quien le solicitó a la junta militar respetar el plazo transitorio establecido de 18 meses, tras el primer golpe de Estado en agosto de 2020, y que llega a su fin este mes de febrero, mes en el que deberían celebrarse los comicios en el país.
Al pasar por alto la condición de la CEDEAO, el Gobierno transitorio podría estar perdiendo la oportunidad de que la organización africana retire las duras sanciones económicas impuestas a Bamako.
En esta foto de archivo del 14 de enero de 2022, un manifestante sostiene un cartel que dice “Abajo la CEDEAO, Abajo la UEMOA, Larga vida a la transición, Larga vida a Malí” mientras participa en una manifestación en Bamako convocada por el gobierno de transición de Malí. © Paul Lorgirie /Reuters
El mediador de la organización económica para Mali, Goodluck Jonathan, está previsto que realice una nueva visita a Bamako para tratar las próximas etapas de la transición en el país maliense.
Abogados de la junta militar gobernante han emprendido acciones legales para que se levanten las sanciones impuestas por la unión monetaria de África Occidental, mientras lucha contra una crisis de deuda que amenaza con arruinar la economía.
Por otro lado, la autoridad monetaria regional de ocho naciones, la UEMOA, dijo el pasado 9 de enero a todas las instituciones financieras a su cargo que suspendieran a Mali con efecto inmediato después de que la junta incumplió su promesa de celebrar las elecciones anticipadas en febrero.
Así las cosas las acciones de la UEMOA que cortan el acceso de Mali a los mercados financieros regionales se suma con las sanciones impuestas por la CEDEAO, las cuales congelaron los activos del estado de Mali, cerraron sus fronteras y suspendieron las transacciones financieras no esenciales del país.
Adicional a todo esto, la junta militar también debe enfrentarse a la reciente decisión de Francia de retirar sus tropas de Mali, las cuales luchaban desde el 2019 contra la insurgencia islamista en el país africano y en la región más amplia del Sahel.
Las relaciones entre París y Bamako se han deteriorado desde que la jumanta amplió su control del poder.