Reunido el 7 de octubre de 2020, el Consejo de Ministros de Benin aprobó y transmitió a la Asamblea Nacional el proyecto de ley de finanzas para la gestión 2021. Se equilibra en recursos y costes en 2.452,192 millones de francos CFA, y aspira a una tasa de crecimiento del 6% del Producto Interior Bruto (PIB).
Según el Gobierno, este presupuesto se enfrenta principalmente al doble desafío de reforzar la resiliencia de la economía nacional y su reactivación frente a las conmociones exógenas, así como la consolidación fiscal y el fortalecimiento del modelo social en construcción. Esto, precisa, teniendo en cuenta su “apertura a las medidas de atenuación de las implicaciones de la pandemia de Covid-19 sobre lo social”.
A tener en cuenta que la crisis ha provocado una revisión del proyecto de ley de finanzas para la gestión 2020 que debería establecerse ahora en equilibrio, en recursos y en costes, a 2.167,099 millones de francos CFA contra 1.986,910 millones inicialmente previstos, lo que representa un aumento del 9,1%.
El aumento se explica por la inclusión en el presupuesto del Estado de los gastos de emergencia sanitaria, las transferencias monetarias en apoyo de los ciudadanos, las empresas, los artesanos y los hogares, así como por las medidas de facilitación del acceso al crédito, por una parte, y la adecuación a las normas de los equipamientos e instalaciones sanitarias, por otra parte», según el Gobierno beninés.
A tener en cuenta que el país ahora espera una tasa de crecimiento del 2,3% del PIB en 2020, alrededor de la tercera parte de la del año 2019 estimada en cerca del 7%. El pasado mes de junio, con motivo de la presentación del «Plan de apoyo y de respuesta al sector productivo», las autoridades anunciaban aún previsiones más optimistas, con una tasa del 3,5%, frente al 7,6% previsto inicialmente para el año 2020.