Kabuga llevaba más de 22 años evitando su arresto. Fue detenido en París y trasladado al tribunal de la Haya para ser juzgado. Se le acusa de financiar el genocidio que acabó con casi el 70% de la etnia Tutsi en Ruanda.
El 16 de mayo de 2020, Kabuga fue arrestado en parís por las autoridades francesas. Según el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI), la operación fue “sofisticada y coordinada con búsquedas simultaneas en varios lugares”.
Tras más de dos décadas de persecución internacional, Kabuga de 84 años, ha sido llevado ante la justicia 26 años después, donde se le acusa de: genocidio, intento de cometer genocidio, complicidad en genocidio, incitación directa y pública a cometer genocidio, conspiración para cometer genocidio y de exterminio y persecución como crímenes de lesa humanidad. También se añaden cargos por haber ayudado a crear el grupo de milicias Interhamwe Hutu y la Radio-Televisión Libre des Mille Collines, cuyas transmisiones incitaban a la gente a asesinar, y de ayudar a comprar machetes que se distribuían a grupos genocidas.
“Su comparecencia inicial se llevará a cabo a su debido tiempo, ante un juez de la sala de primera instancia asignado a su caso”, declaraba el Mecanismo Residual Internacional de Tribunales Penales de Naciones Unidas.
Recordar que el genocidio de Ruanda en 1994 se cobró la vida de muchas personas, entre 500.000 – 1.000.000, la mayoría de la etnia Tutsi.
Felicien Kabuga se había convertido en el fugitivo de más alto perfil buscado por el tribunal de la ONU en Arusha, (anteriormente conocido como el Tribunal Penal Internacional).