Acabar con la corrupción que se ha venido registrando en los puertos de Guinea Ecuatorial en los últimos años se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el Gobierno ecuatoguineano. A pesar de las medidas tomadas y el nombramiento de nuevas figuras para pilotar estas administraciones, los resultados y las prácticas de despilfarro y toda su cadena de maniobras siguen dejando mucho que desear, así lo estima el propio Ejecutivo de Malabo.
Es en este sentido que días después de que el Vicepresidente de la República mostrara su disconformidad con respecto a la gestión llevada a cabo hasta el momento por la actual junta directiva de los principales puertos ecuatoguineanos, el Primer Ministro Francisco Pascual Obama Asue ha mantenido un encuentro con los responsables de las administraciones portuarias de Bata y Malabo con el objetivo principal de arrojar luz sobre las informaciones reveladas a Nguema Obiang Mangué que apuntan a firma de contratos de hasta más de 200 millones XAF de forma supuestamente fraudulenta y la contratación de alrededor de 400 personas por afinidad familiar.
En cumplimiento con los mandatos del Vicepresidente de la República en relación a la adjudicación de contratos a las empresas de mantenimiento en estas instalaciones portuarias, el Primer Ministro ha comunicado a sus interlocutores que desde la fecha se creará una comisión, a la cual se remitirán los contratos que han sido adjudicados a empresas desde la toma de posesión de las directivas actuales, y esta Comisión se encargará de dirigir las enmiendas de los desajustes ocasionados, empezando por la verificación de los servicios que prestan las firmas beneficiarias de los contratos.
Mientras duran estos trabajos de verificación, estas empresas contratadas en los puertos dejarán de prestar sus servicios hasta que la comisión formada lo considere necesario.
En cuanto a la contratación del personal, Obama Asue ha señalado que la misma comisión trabajará para dotar a los puertos del país de una plantilla efectiva, en la que se verá reflejada el organigrama funcional, el número estimado de empleados, las secciones a cubrir y los perfiles requeridos para su materialización, y definitivamente se prescindirá de todo personal al que la Comisión catalogue como innecesario.