Difícilmente el tiempo puede curar algunas heridas. En base a esta premisa, ayer martes día 7 de marzo, la República de Guinea Ecuatorial celebró bajo lágrimas y angustia el segundo aniversario de las explosiones ocurridas hace dos años en el Cuartel Militar de Intervención Rápida de Nkoantoma en Bata. Un hecho considerado para muchos como el peor siniestro acaecido en nuestras tierras después del accidente del avión Equatorial Airlines ( Equatair)
En este acto de carácter emotivo celebrado en la ciudad de Bata, que ha contado con la presencia del Presidente Obiang Nguema Mbasogo y señora doña Constancia Mangué Nsue Okomo, las víctimas han sido homenajeadas en una ceremonia solemne que ha incluido una misa de réquiem en la zona cero, oficiada por el obispo de la Diócesis de Evinayong, monseñor Calixto Paulino.
Tras la ceremonia eucarística, Victoriano Bibang Nsue Okomo, Ministro de Defensa Nacional, hizo lectura ante la muchedumbre de la lista oficial de todas las víctimas de este triste suceso. Otro de los momentos más esperados de este acto en el que el sol fue protagonista fue el discurso del máximo mandatario de la Nación Obiang Nguema Mbasogo.
«Han pasado dos años desde aquella fatídica mañana del domingo, día 7 de marzo de 2021, en la que todos nos sobresaltamos por una tragedia inesperada, sin precedentes en la historia de nuestro país. En forma de explosiones accidentales de dinamitas y municiones en el Cuartel Militar de Intervención Rápida de Nkoantoma que interrumpió de manera sorpresiva la paz, el sosiego y la tranquilidad que caracteriza a esta hermosa e histórica ciudad de Bata; llevándose más de un centenar de vidas humanas, numerosos heridos y una devastadora destrucción de las infraestructuras públicas y privadas que sumió en un profundo dolor a muchas familias», ha dicho el presidente Obiang Nguema Mbasogo.
A pesar del tiempo transcurrido, el Jefe de Estado dijo que la Nación sigue guardando los recuerdos de este día y seguramente los mismos permanecerán consigo y con todo el pueblo ecuatoguineano durante el transcurso de su historia. «Las explosiones del 7M constituyen una llamada de atención al pueblo de Guinea Ecuatorial sobre la importancia del mantenimiento de la paz y que, como advertencia, podría repetirse como la tragedia del 7M», ha asegurado Obiang Nguema Mbasogo, quien ha dicho también que «esta situación debe servir de lección para no repetir los errores que nos llevaron a esta tragedia», apuntó el Presidente de la República.
Sin embargo, según Obiang Nguema Mbasogo, esta tragedia también es una muestra de fortaleza, unidad nacional, superación y solidaridad y ha puntualizado que « de las grandes tragedias y situaciones dolorosas se aprende y son pruebas de madurez que permiten a los pueblos expresarse de manera espontánea y solidaria, desinteresada y valientemente como lo hizo gala el pueblo de Guinea Ecuatorial en aquel fatídico día».
El Jefe de Estado tuvo igualmente minutos para dirigirse a los familiares de los fallecidos, expresándoles palabras de solidaridad y asegurando que el pueblo sigue y seguirá compartiendo su dolor y tratará de atenuar su tristeza. Ha dejado claro que « no podemos devolver y resucitar a vuestros seres queridos malogrados, pero debéis estar seguros de contar con el pueblo y su solidaridad», matizó Obiang Nguema Mbasogo.
