De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud, en África subsahariana muere al día uno de cada 12 niños menores de cinco años. Lamentablemente, la pérdida de vidas es en su mayoría prevenible con intervenciones efectivas, con mejor atención al momento del nacimiento, vacunación, suplementación nutricional, lactancia materna y programas de agua y saneamiento.
En Guinea Ecuatorial, las principales causas de mortalidad infantil según esta institución sanitaria son: El paludismo, el VIH, las enfermedades respiratorias agudas y las enfermedades diarreicas. En muchos casos, la desnutrición es un factor subyacente que afecta la duración y la gravedad de tales infecciones.
Una de las actividades de prevención y de mayor coste efectivas es la vacunación. Gracias al apoyo de UNICEF y otros socios en la facilitación de los procesos de adquisición y gestión de vacunas, así como el reforzamiento de las capacidades institucionales y de los recursos humanos, el país no ha vuelto a sufrir ruptura de stock de vacunas hace más de 5 años, lo que ha permitido la continuidad de los servicios de vacunación.
Todos esos factores han contribuido a la reducción progresiva de la mortalidad infantil en Guinea Ecuatorial por cada 1000 nacidos vivos.
El último informe de Grupo Inter-Agencia de las Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil (UN IGME) del año 2022 estima que la tasa de mortalidad infantil en menores de cinco años en Guinea Ecuatorial ha pasado de 179 en 1990 a 77 en 2021, con una tasa de reducción anual de 2,7. En los niños menores de un año, la mortalidad ha pasado de 121 a 57 durante el mismo período y la tasa de mortalidad neonatal se redujo del 50 a 28. En los adolescentes y jóvenes, la tasa de mortalidad está estimada a 24 por 1000.
Los expertos recomiendan no bajar la guardia. A pesar de estos avances, se requieren más esfuerzos y UNICEF asegura que seguirá trabajando con el Gobierno ecuatoguineano para la prevención y erradicación de las enfermedades prevenibles.