Otras de las tantas costumbres que a nosotros los ecuatoguineanos heredamos de los españoles es buscar cualquier excusa, por más pequeña que sea, para reunirnos con nuestros amigos y/o familiares en un bar para charlar y pasar el día. Eso sí, todo ello siempre acompañado de una aperitivo como puede ser una cerveza fría junto a cualquier acompañamiento.
No obstante, aunque esta bebida alegre nuestras reuniones y quedadas y cuente con algún que otro beneficio, algunos expertos alertan del peligro que puede traer tomarla de forma reincidente.
El doctor Richard Restak, en su obra “Complete Guide to Memory: The Science of Stregthening Your Mind”, ofrece una advertencia clara sobre el impacto del alcohol en la salud, más concretamente en la memoria y las funciones cognitivas. Además, explica que nuestro cerebro cuenta con trucos sencillos que hacen que nuestra memoria se fortalezca para el futuro, pero que el mismo cerebro olvida si se abusa en el consumo de alcohol.
Reducir el alcohol para protegernos
En Guinea Ecuatorial, la edad media de inicio en el consumo clandestino de bebidas alcohólicas se sitúa sobre los 14 años mas o menos, aunque la ley dice que los menores de 18 años no pueden consumir ni comprar nada de alcohol. Este dato es muy significativo si tenemos en cuenta que, según Richard Restak, el alcohol no distingue entre diferentes funciones del cerebro y con el tiempo puede llevar al deterioro mental e incluso, en el futuro, a la demencia.
Para el doctor, es fundamental acabar de consumir alcohol antes de los 70 años, ya que es a los 65 cuando el cuerpo pierde neuronas a un ritmo acelerado. También advierte de que esto no solo puede llegar a afectar a nuestro cerebro, sino que puede ir mucho más allá. “La confrontación, el juicio y la capacidad de aprendizaje también pueden verse afectadas. Este daño progresivo puede ser peligroso para las personas mayores”, añade.
Es cierto que en una sociedad en la que el consumo de bebidas como la cerveza, el topé o el Malamba es sinónimo de celebración, dejar de consumir el alcohol no es tarea simple. Sin embargo, antes de complacer al grupo tenemos que mirar por nuestro propio bien y saber lo que es bueno y malo para nuestro cuerpo. Es por ello que, a partir de los 65 años es fundamental reconsiderar el consumo, no solamente de cerveza, sino de bebidas alcohólicas en general para evitar problemas de salud a largo plazo.