El Presidente Obiang Nguema Mbasogo ha participado por videoconferencia este martes, 29 de septiembre, en la reunión de alto nivel sobre la financiación del desarrollo en la era de la COVID-19 y más allá.
Es más que evidente que la pandemia del COVID-19 no sólo es una emergencia sanitaria sino que también está teniendo unos efectos nefastos en las economías de los países y no está claro todavía hasta cuándo durarán estos efectos. Aunque los Estados hayan adoptado medidas draconianas para hacer frente a los daños causados o que podría causar esta pandemia, en el futuro se notarán dichos esfuerzos y sacrificios sobre todo en los ciudadanos, lo que pone en peligro la consecución de los objetivos establecidos en el Programa de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas.
En este sentido, y para dar una respuesta conjunta, coordinada e integrada en un marco multilateral a esta pandemia del COVID-19 y sus efectos, las Naciones Unidas, a través de su Secretario General, António Guterres, el Primer Ministro de Canada, Justin Trudeau, así como el Primer Ministro de Jamaica, Andrew Holnessen, convocaron un encuentro de alto Nivel sobre la financiación para el desarrollo en la era de la covid-19 y más allá, organizado el 28 de mayo de 2020 e invitaron a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los dirigentes de las organizaciones internacionales, del sector privado y de la sociedad civil.
El encuentro convocado para este martes, 29 de septiembre, que iba en la misma línea que el del 28 de mayo, con los mismos invitados, ha contado con la participación por videoconferencia, desde el Palacio del Pueblo de Malabo, del Presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo, quien estuvo acompañado, entre otros, por el Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Simeón Oyono Esono Angue.
El objetivo general de esta reunión, según reza la nota conceptual de la misma, era considerar las opciones políticas desarrolladas durante los últimos cuatro meses con el fin de apoyar los esfuerzos de los Estados miembros para responder y recuperarse de la actual crisis mundial.
En este encuentro, las altas personalidades participantes han destacado la necesidad de condonar la deuda que pesa sobre los países en desarrollo, la cual puede ser una losa mucho más pesada por el tema de la pandemia del COVID-19 y sus efectos, lo que sólo puede agravar su situación económica y por lo tanto frenar su desarrollo y empobrecer aun más a sus ciudadanos.
En su intervención durante el encuentro, Obiang Nguema Mbasogo ha indicado que «la preocupación del covid-19 y sus consecuencias no deben distraernos de los muchos problemas que afectan a la humanidad«, aunque ha reconocido que esta pandemia agravará la situación de los demás problemas y ha advertido que «la crisis actual se prolongará en el tiempo». Por lo tanto, el Presidente quiere que todos «redoblemos los esfuerzos de solidaridad y de cooperación internacional donde la agenda 2030 para el desarrollo sostenible sigue siendo el mejor mecanismo disponible para hacer frente a los problemas que afectan al mundo».
Por otra parte, el Presidente ha señalado la necesidad existente de «crear o establecer un sistema sanitario publico universal de carácter global» para el bienestar de los ciudadanos, si se tiene en cuenta que dicho objetivo ya está recogido en los objetivos del desarrollo sostenible y en una Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del año 2012.