El Partido Liberal Democrático (PLD) ha sido el más votado en las elecciones legislativas celebradas en Japón el este domingo. Sin embargo, su victoria se ha visto empañada por el peor resultado electoral en más de una década.
Con la obtención de 191 escaños de los 465 disponibles en la Cámara de Representantes (Shugiin), el PLD, que anteriormente contaba con 247 escaños, se ve obligado a buscar la colaboración de su socio tradicional, el partido Nuevo Komeito, que ha logrado 24 escaños. Juntos, estos dos partidos no alcanzan los 233 escaños necesarios para asegurar una mayoría cómoda en la Cámara Baja.
La oposición, liderada por el Partido Constitucional Democrático (PCD), ha incrementado su representación, obteniendo 146 escaños, lo que sugiere un cambio significativo en el panorama político japonés. Otros partidos como Iniciativas desde Japón y el Partido Democrático para el Pueblo también han conseguido aumentar su presencia, lo que podría dificultar aún más el trabajo del PLD en la nueva legislatura.
La participación electoral fue del 29,01%, lo que refleja una disminución con respecto a los comicios de 2021. Ishiba, al reconocer la difícil situación del partido, se mostró incierto sobre sus futuras alianzas. «La prioridad es ver en qué políticas podemos colaborar», comentó, al tiempo que no descartó la posibilidad de incluir a los doce políticos expulsados del PLD por irregularidades en la financiación, quienes se presentaron como independientes y lograron escaños. (Fuente: Mainichi Shimbun)
El líder del PCD, Yoshihiko Noda, ha manifestado su intención de explorar acuerdos de gobierno y ha criticado la continuidad de la coalición PLD-Komeito. «Es inaceptable que siga el gobierno actual», declaró, indicando su disposición a dialogar si existen puntos en común para una reforma política profunda.
Este cambio en la dinámica política se produce en un contexto de crisis de popularidad del PLD, exacerbada por un reciente escándalo de enriquecimiento ilegal que ha minado la confianza pública. Ishiba asumió el liderazgo del partido en un intento por distanciarse de este escándalo, pero reconoció que el PLD ha fracasado en disipar el descontento generado por el mismo.
Con el futuro del gobierno en la cuerda floja, el escenario político japonés se presenta incierto, y el PLD deberá actuar con rapidez para consolidar una nueva mayoría y evitar una posible crisis de gobierno.
